Los efectos del cambio climático y la sobrepesca han mermado el recurso marino local.
La soberanía de la República de Panamá está compuesta por 70% de mar y 30% de tierra, y solamente en el Pacífico hay encuestados más de 25 mil pescadores artesanales que desarrollan una actividad sin regulación, advierte Flor Torrijos, administradora de la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá.
Todos esos factores inciden en que la producción pesquera registre, en lo que va del año, una caída del 40%, reveló Torrijos.
Para tratar de revertir el descalabro en la actividad pesquera, la industria le apuesta a la acuicultura. En los próximos ocho años, en el país se invertirán más de 55 millones de dólares en el cultivo de cobia, bojalá, tilapia, algas marinas, conchas perlíferas, atún aleta amarilla, pargo de la mancha y pámpano, en granjas marinas.
Panamá tiene el agua perfecta para desarrollar la maricultura y el objetivo en este quinquenio es promover esta actividad con el uso de tecnología sofisticada, que permita el incremento del recurso y de las exportaciones, dijo Torrijos.