Piden una auditoría al hospital modular; las cuentas no están claras

Piden una auditoría al hospital modular; las cuentas no están claras


Empresas dedicadas al negocio de estructuras modulares creen que hay un sobrecosto de varios millones de dólares en la construcción del hospital modular, cuyo precio aún no está definido, aunque las cuentas irían por los $12 millones.

Es por ello que solicitan a las autoridades que se haga una auditoría de la obra.

El precio final del hospital aún no está definido, aunque La Prensa ha obtenido informes de fuentes oficiales que prevén que hasta ahora el costo de la estructura y su equipamiento médico anda por los $12 millones.

El hospital cuenta con varios contratos a los que este medio no ha tenido acceso hasta ahora. Pero, en base a la información disponible, diversas fuentes consultadas por La Prensa calculan que la empresa que construyó el hospital modular –que no incluye el equipo médico– cobrará varios millones de más.

Solo por poner un ejemplo, SmartBrix Centroamérica –la empresa responsable de la estructura modular– cobrará por el sistema de alarma contra incendios $157 mil. Pero fuentes especializadas en esta materia consultadas por este medio calcularon que ese trabajo no supera un costo de $42 mil, ya que se pidió al contratista “un sistema básico”. “Aquí hay algo que no cuadra”, advirtió el experto consultado.

Además, este medio intentó saber de qué nivel es el nuevo hospital, pero también recibió respuestas contradictorias.

La Prensa ha intentado, desde el pasado lunes, obtener la versión de Nitesh Mayani, presidente de SmatBrix, pero al cierre de este reportaje, no había respondido las interrogantes.

El confuso valor del hospital modular ‘Panamá Solidario’

El programa Panamá Solidario, creado por el Gobierno para enfrentar la pandemia, ha permitido el manejo de una gran cantidad de capital en un periodo de dos meses. Uno de sus proyectos insignia es un hospital modular, construido en tiempo récord –como lo hizo China– para atender pacientes de la Covid-19.

El hospital reforzaría con cien camas la capacidad combinada del Ministerio de Salud y la Caja de Seguro Social para atender a pacientes críticos infectados por el virus. La idea fue recibida con buenos ojos por parte de la ciudadanía. El Ejecutivo le confió la tarea de construcción al Ministerio de Obras Públicas (MOP).

Pero, el proyecto se concibió y nació con irregularidades. Para empezar, el MOP cursó invitación a tres empresas, dos de ellas sin experiencia en el campo de la construcción modular y menos en edificar hospitales. El papel de estas empresas era, aparentemente, el de intermediar con empresas que habrían tenido experiencia en este campo.

Las invitadas fueron VA Project International, S.A. y TKL Import & Export. La tercera fue SmartBrix Centroamérica, que se adjudicó el contrato, por $6 millones 998 mil para construir la estructura de un hospital de 2 mil 400 metros cuadrados y otras facilidades, y cuyo promedio de construcción es de $2 mil 916 el metro cuadrado, sin equipo médico.

Y aunque la obra se entregó hace semanas, fue el pasado martes cuando los bomberos y el Municipio de Panamá entregaron los permisos de ocupación. Aún está pendiente una inspección técnica para verificar el trabajo estructural.

Antecedentes

VA Project International, S.A. presentó una oferta de $9.9 millones, pero no fue considerada. Además del precio, tenía otros problemas. Según la base de datos de la Autoridad Nacional de Aduanas, VA Project no hizo importaciones previas de estructuras modulares, con lo cual no podría cumplir el plazo de entrega. En su propuesta, la empresa mencionó que terminaría el hospital en 45 días, en vez de 30, como pedía el pliego de cargos.

VA Project –que tiene como presidente a Jaime Ventura Cervera, directivo de Mi Bus– fue inscrita en el Registro Público en mayo de 2015. Cuenta con un aviso de operación, que data del 21 de marzo de 2019, para brindar asesoría, consultoría y diseños de proyectos.

La segunda oferente, TKL Import & Export, S.A., fue inscrita en 2006 por la hoy directora de Migración, Samira Gozaine. Tras su renuncia como agente residente, un socio de su firma –Eric Pittí– fue designado abogado de TKL. La sociedad hizo una oferta, pero, al margen de su elevado costo –unos $18 millones– esta no fue considerada pues tampoco se ajustó al pliego de cargos.

TKL Import & Export, S.A. vende materiales de construcción, plomería y ferretería. Nada dice sobre estructuras modulares, aunque su propuesta al MOP provenía de un fabricante turco con experiencia en hospitales modulares. Según Contraloría, TKL logró este año 18 contratos, entre enero y marzo, incluyendo dos en Migración, dirigida por su exagente residente.

El tercer oferente, SmartBrix Centroamérica, no había edificado un proyecto hospitalario, aunque su área de trabajo es la construcción con estructuras modulares. La empresa es colombo-panameña, y en mayo de 2016 fue avalada por la Junta Técnica de Ingeniería y Arquitectura (JTIA) para edificar pequeñas viviendas unifamiliares con un sistema alternativo de construcción.

La empresa aportó para la licitación un documento que indica que es la “única” acreditada por la JTIA para construir un sistema modular en el país. También llevó una lista de clientes “satisfechos”: Minera Panamá y el Ministerio de Seguridad. También, Mi Bus, donde –como se dijo– en su directiva está Jaime Ventura Cervera, presidente de una de las empresas competidoras.

El costo

Si de algo adolece el proyecto hospitalario es de transparencia. A este medio le ha sido extremadamente difícil reunir información documental sobre su costo final, pues ese dato y muchos más no están disponibles, como lo establece la ley.

Hasta ahora, La Prensa ha descubierto que no es uno ni dos contratos, sino una multiplicidad. Y el número ha ido aumentando. Obtener todos esos contratos no ha sido posible; solo ha tenido acceso verbal de fuentes oficiales a sus montos y, en ocasiones, las cifras ofrecidas no coinciden.

Aún así, La Prensa presenta la información que ha obtenido hasta ahora, haciendo la salvedad de que está incompleta, dada la complejidad contractual y la confusión que existe sobre el tema en los ministerios que han manejado el proyecto: el de Obras Públicas (MOP) y el de Salud (Minsa).

Para empezar, La Prensa preguntó de qué nivel es el nuevo hospital. La ministra de Salud, Rosario Turner, respondió que es un “hospital nivel 2, con complejidad 5”.

Exdirectores médicos y actuales directivos de centros hospitalarios públicos que fueron consultados por este medio consideraron “absurda” la clasificación que dio Turner sobre la complejidad de este hospital.

Entonces, este sería el primer hospital con esas características en Panamá. A su turno, la respuesta a la misma pregunta que dio el titular del MOP, Rafael Sabonge, fue: nivel 3.

Sobre el equipamiento del hospital, la ministra Turner informó que aún no tiene un informe de gastos, pero prometió que los contratos se divulgarán en el portal Panamá Compra, próximamente. Días antes, en entrevista con este medio, Sabonge dijo que el equipamiento costaría unos $4 millones.

En cuanto a la estructura del hospital, tema que manejó el MOP, el contrato es de $6.9 millones. Ello significaría teóricamente que el hospital –construido y equipado– tendría un costo total de $10.9 millones.

Pero Sabonge dijo a La Prensa que recibió $8.9 millones para construir la estructura y que devolverá casi $1 millón. Ello hace suponer que la estructura y sus facilidades costaron unos $8 millones y no $6.9 millones, y elevaría el costo del hopsital –por ahora– a unos $12 millones.

En otras palabras, el hospital modular completo tendría un costo de unos $5 mil el metro cuadrado. Para tener una idea de lo elevado de ese valor, La Prensa comparó algunos precios con el nuevo Hospital del Niño, adjudicado en marzo pasado. Hay que considerar que este último dista de ser un hospital modular, y que su complejidad está entre las más altas del país. (Ver tabla).

Según el sitio web del Hospital del Niño Dr. Renán Esquivel, su nueva sede, totalmente equipada, tendrá, además del área hospitalaria, jardines y 700 estacionamientos, para un total de 168 mil 500 metros cuadrados de construcción. Eso es 70 veces más grande que el área del hospital modular.

Si se divide el valor del contrato del nuevo Hospital del Niño –adjudicado por $615 millones– entre los metros cuadrados de construcción, el costo promedio resulta en unos $3 mil 650 el metro cuadrado o $1,350 menos que lo que el Gobierno pagará por el hospital modular: $5,000 el metro cuadrado, como ya se dijo.

La licitación del nuevo Hospital del Niño también contempla el equipamiento médico –altamente complejo, que incluye también instalaciones de maternidad y parto en el Hospital Santo Tomás, con 720 camas y 28 quirófanos combinados en ambos hospitales– además del mobiliario de oficina.

Esta parte del contrato –equipos médicos y de oficina– representa una inversión de un 20% del total del contrato del nuevo Hospital del Niño. Pero en el contrato del hospital modular, los $4 millones para equiparlo representan no el 20% del costo total de la obra, sino el 33%.

Otras opiniones

Entonces, ¿cuánto debería costar el hospital modular? La Prensa habló con una multiplicidad de fuentes –todas vinculadas al sector de la construcción con estructuras modulares– que dieron sus opiniones sobre la base de la información disponible, que, como se dijo, varía notablemente.

Según la Autoridad de Aduanas, en diciembre pasado, SmartBrix Centroamérica importó de China 48 estructuras modulares, y declaró un precio de $200 mil. Meses antes –en abril de 2019– también importó de Costa Rica 160 estructuras, y declaró un costo de $202 mil. Estos precios permiten tener idea de lo que Smartbrix invierte en sus módulos, su principal materia prima.

Según un cuadro de gestión de cobro del MOP, el Estado pagó por el transpote, instalación y suministro de las estructuras modulares (contenedores y accesorios), el piso epóxico antibacterial y la panelería termoacústica y accesorios $2.9 millones. La Prensa contó –en una foto área del MOP– 160 estructuras modulares. El titular del MOP, Rafael Sabonge, aseguró a La Prensa que se pagaron $7 mil por cada una, más el costo de su base: $130 mil.

A ello hay que agregar el costo de la mano de obra. Dos fuentes interesadas afirmaron que, pagando tres turnos al día durante el tiempo de construcción y empleando empresas contratistas, serían unos $600 mil, “y eso sería demasiado”.

Las mismas fuentes –que están en el negocio de construir con estructuras modulares– coincidieron en que la obra tiene sobrecostos. A su juicio –sin el equipo médico ni aire acondicionado– el valor de la obra no debió ser superior a $2.1 millones. “Y eso que estamos sumando un margen de ganancia alto”, resaltó uno de los consultados.

Ello equivaldría a unos $875 el metro cuadrado de construcción –sin equipo médico ni aire acondicionado–, pero agregándole este último, aún así estaría alejado de lo que está pagando el Estado: $2 mil 916 el metro cuadrado de construcción y otras facilidades sin equipo médico ni los acondicionadores de aire.

Otra fuente consultada por La Prensa –cuyo negocio es la venta y construcción con contenedores– afirmó que “esa estructura prefabricada [el hospital modular] no es de acero [por lo que] no soportará más de diez años en zonas húmedas, como las comarcas. Y el piso corre el riesgo de podrirse, como se puede verificar en los modulares colocados en Calidonia, pagados por el Gobierno anterior”.

La fuente cree que el precio del hospital no debería rebasar los $2.3 millones, “buscando conseguir una ganancia alta en estos tiempos”. Esto pondría el costo de la obra en unos $960 el metro cuadrado sin equipo médico.

Igualmente, un grupo de ingenieros, arquitectos y de empresas dedicadas a la venta de estructuras modulares hizo llegar a La Prensa un informe en el que calculan que el costo del hospital, sin el equipo, no debió ser superior a los $3.4 millones. Ello pondría el metro cuadrado –sin el equipo médico– en unos $1,415, es decir, en menos de la mitad de lo que está pagando el Gobierno.

Los dos últimos precios incluirían el costo de los módulos, obra civil, electricidad, aire acondicionado, plomería, gases médicos y el sistema de alarmas contra incendios, entre otros. Algunos empresarios sugieren que se haga una auditoría para verificar el costo por unidad de los contenedores, en busca de irregularidades en el valor de importación, pues el precio “es altísimo para lo que se paga en este negocio”.

¿Fue el hospital modular la única alternativa para atender a los pacientes de Covid-19? Nuestra próxima entrega abordará este tema.

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