Pinchazos: se espió la agenda de trabajo de políticos opositores

Pinchazos: se espió la agenda de trabajo de políticos opositores
Ricardo Martinelli gobernó el país entre 2009 y 2014. Pastor Morales


La agenda de trabajo de candidatos a la Presidencia de la República, a diputado de la Asamblea y a alcaldías, entre otros, era objeto de seguimiento desde el Consejo de Seguridad Nacional (CSN) entre los años 2012 y 2014. Lo demuestran al menos 15 de los 25 correos que fueron leídos durante la mañana de ayer, en el juicio que se le sigue a Ricardo Martinelli por espionaje político.

El personal de inteligencia del CSN encargado de interceptar las comunicaciones tenía detalle de lo que hacían los políticos opositores al gobierno de la época, no de un día, sino de semanas completas. “¿Qué interés podría tener el Consejo de Seguridad en una reunión de un candidato a la Presidencia con un grupo de jóvenes en Betania?... Está más que clara la persecución y el interés del señor Ricardo Martinelli de saber qué hacían sus opositores políticos en ese entonces”, dijo ayer Nicomedes Castillo, abogado de la perredista Balbina Herrera, una de las dos víctimas querellantes del proceso.

Castillo narró que estos correos que han sido leídos por personal de la Fiscalía Especializada contra la Delincuencia Organizada en el juicio van a ser ratificados por las víctimas a las que les fueron intervenidas sus comunicaciones.

Entre 2012 y mayor de 2014, período en que Martinelli era el presidente de la República (2009-2014), se intervinieron las comunicaciones de al menos 150 personas, sin autorización judicial, desde el CSN. Para esta operación se usaron al menos tres tipos de tecnologías; dos de ellas fueron fabricadas por empresas israelíes: MLM Protection, que vendió un software espía en $13 millones, al extinto Programa de Ayuda Nacional, y NSO Group, creador del controversial sistema Pegasus, que le costó al gobierno de Panamá $8 millones. De hecho, Panamá fue uno de los países pioneros en usar Pegasus.

“Es increíble cómo no encontramos ningún correo que sea de un miembro del partido Cambio Democrático (CD) del 2012 al 2014”, dijo Castillo. En ese momento, el presidente de CD era Martinelli. El abogado adelantó que están por terminar la lectura del segundo de siete cuadernillos, que faltan unas 100 o 150 fojas (páginas) y que cada cuadernillo tiene unas 500 fojas. En este punto no se ponen de acuerdo los abogados defensores y la fiscalía. Algunos han dicho que un cuadernillo tiene mil fojas. El fiscal Ricardo González, vocero de la fiscalía en este proceso, dijo recientemente que la lectura de los cuadernillos terminaría en cuatro semanas.

La defensa de Martinelli insiste en desacreditar esta prueba. Sidney Sittón manifestó ayer que no hay un certificado forense que acredite de dónde salió esa información. “Cuando usted trae a un juicio una prueba digital, eso tiene que venir acompañado de un certificado forense, de un experto en informática, que certifique cuál es el origen de ese documento. ¿De dónde salió? ¿Quién lo trajo? ¿Cómo lo trajo? Aquí lo que se están leyendo son documentos que hasta un niño de seis años sabe copiar y pegar y decir que el presidente de Estados Unidos le está enviando un correo a usted”, argumentó.

Es que, a diferencia del juicio que se celebró en 2019 por este caso, esta vez el Tribunal de Juicio admitió los cuadernillos con la información interceptada como una de las pruebas de la fiscalía.


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