El presidente chileno, Sebastián Piñera, firmó ayer un proyecto de ley que busca proteger a los policías de agresiones sufridas en manifestaciones, dos meses después del inicio de una inusitada revuelta social que dejó 24 muertes y denuncias de violaciones a los derechos humanos perpetradas por las fuerzas de seguridad.
Piñera precisó que la propuesta que presentó al Congreso eleva las penas a delitos graves cometidos contra la Policía por encapuchados, entre otras medidas. Además, establece como agravante de la pena el hecho de que este se haya cometido por grupos organizados y encapuchados contra funcionarios de la policía y orden publico; y que quienes hayan sido condenados a prisión por estos delitos sólo podrán postular a la libertad condicional al cumplir dos tercios de la pena.
Piñera señaló que su gobierno “condena categóricamente todo atropello a los derechos humanos de nuestros ciudadanos, también condena categóricamente las agresiones, los maltratos, las humillaciones que muchas veces afectan a nuestros carabineros, policías y gendarmes”. Defendió que la “inmensa mayoría” de los policías actuó de acuerdo a la ley y los protocolos.