Aunque los integrantes de la mesa de investigación no han llegado a una conclusión sobre la muerte de nueve recién nacidos en la sala de Neonatología del Complejo Hospitalario Arnulfo Arias Madrid, sí tienen algunas pistas.
Ayer, durante la presentación del primer informe, el equipo de científicos apuntó a la alimentación intravenosa que recibieron los bebés como posible causa de la tragedia.
Así lo hizo saber Néstor Sosa, director del Instituto Conmemorativo Gorgas de Ciencias de la Salud (Icges).
Sosa, elegido vocero de la comisión investigadora, explicó que no pueden llegar a resultados concluyentes, porque hay una serie de exámenes que deben hacerse en Panamá y en el extranjero.
Hace poco se anunció que se analizarán muestras de los recién nacidos en el Centro de Control de Enfermedades (CDC de Atlanta, por sus siglas en inglés).
No obstante, lo que sí reveló el médico es que los niños que murieron recibían alimentación intravenosa, mientras que otro grupo que no presentó problemas lo hacía vía oral.
Por otro lado, Sosa no descartó que se hayan podido dar otros decesos, pero aclaró que hasta ahora no han encontrado un caso fuera de los reportados.
Sobre la metodología de la investigación, detalló que se hace una revisión minuciosa de todas las intervenciones, medicamentos, procedimientos y procesos practicados a los pacientes afectados y a los no afectados, además de un estudio “rígido” del cuadro clínico.
Los grandes ausentes a la conferencia fueron el ministro de Salud, Javier Díaz, y el director de la Caja de Seguro Social (CSS), Guillermo Sáez- Llorens.
Con Sosa se encontraban: Silvio Vega, coordinador de la comisión investigadora; Hildaura Patiño, docente de farmacología de la Universidad de Panamá; Mónica Guardo, de la Organización Panamericana de la Salud, y Lisbeth Hayer, representante del Ministerio de Salud.