La producción de plátano en las fincas independientes del distrito de Barú, en la provincia de Chiriquí, fue una de las más afectadas por las inundaciones del pasado 4 de noviembre, producto de los coletazos por el paso del huracán Eta.
La crecida de las aguas fluviales que arrasó con residencias y causó daños en la infraestructura de tierras altas tomó fuerza hasta llegar a las tierras bajas de Barú, luego de un recorrido de 160 kilómetros, desde donde nace el río Chiriquí Viejo, en el cerro Respingo, ubicado en el Parque Nacional Volcán Barú.
En todo el país se cultivan unas 7 mil hectáreas de plátano, de las cuales unas 3 mil hectáreas se producen en Chiriquí. De ese total, en las fincas independientes de Barú se producen aproximadamente mil hectáreas, según los productores.
La reciente crecida del río Chiriquí Viejo ha sido una de las mayores de los últimos 50 años. La afectación fue tal, que alcanzó casi la totalidad de los sembradíos de plátano de ese sector del país. Se trata de 478 productores que resultaron afectados, que en su mayoría son pequeños empresarios dedicados a cultivar este producto.
“El agua cubrió casi todas las plantaciones y las residencias de las comunidades de Barú también se inundaron”, explicó Luis Carlos Quintero, presidente de la asociación de productores de plátano de Barú.
En ese lugar no hubo fallecidos producto de las inundaciones, pero sí mucha afectación de los cultivos y las propiedades de los residentes del lugar. Tras la catástrofe, el Ministerio de Desarrollo Agropecuario (Mida) designó equipos técnicos interinstitucionales para que fueran a cada área afectada por las inundaciones que causó el huracán Eta.
“Se está viendo en el sitio cuál fue la afectación en los cultivos y la infraestructura”, explicó Blanca Gómez, secretaría técnica del gabinete agropecuario y asesora del Mida. “Ya se tiene un registro de la afectación a 724.6 hectáreas de cultivo de plátano en Barú que, de llegar a convertirse en pérdida, serían más de $5 millones”, explicó la funcionaria.
Para determinar el nivel de pérdida, los técnicos le darán seguimiento a todas las plantaciones, ya que muchas pueden estar afectadas, pero no necesariamente sean pérdida. El costo por hectárea de plátano se calcula en $6 mil 500.
Es posible que de un área afectada se logre el 50% de la cosecha, pero para ello será necesario ver el comportamiento de las plantaciones durante las próximas dos o tres semanas. De esta manera, se determinará el nivel de indemnización.
En Renacimiento, sólo se ha podido llegar al 3% de las plantaciones por el mal tiempo. Allí, donde se produce el 50% del café de consumo en el país, el grano está cayendo al suelo y no se está recogiendo porque hay problemas con las vías de acceso, deslizamiento de tierras y las lluvias se mantienen.
El otro cultivo que también ha sido fuertemente afectado en el área de Barú es el arroz. Ya se tienen declaradas como pérdida 21 hectáreas, y unas 65 hectáreas afectadas que, igualmente, se les está dando seguimiento. A nivel nacional, se trata de 543 hectáreas de arroz afectadas por las inundaciones de las últimas semanas.
Pese al nivel de afectación, Gómez no cree que haya problemas para abastecer el mercado nacional del principal plato del panameño debido a que se había proyectado la siembra de 72 mil hectáreas para este ciclo agrícola, pero ya van por más de 80 mil, lo que significa 8.5 millones de quintales en cosecha, cifra que corresponde a la demanda del consumo nacional.
El cultivo de café, tanto en Boquete como en Bambito y Renacimiento, también tuvo serias afectaciones por el exceso de lluvia y los deslaves que ocurrieron en esas zonas. En este caso también se están haciendo evaluaciones sobre las afectaciones.
Igualmente, los cultivos de algunas legumbres y hortalizas fueron afectados por el exceso de lluvia. De acuerdo con los productores, habrá una merma en la producción. Esto obedece a que en algunos cultivos, el exceso de agua afecta la producción final, como es el caso de la papa y la cebolla, entre otros.
En Bocas del Toro, se está apoyando con la compra de plátanos a los pequeños productores para que no tengan pérdidas, informó el Mida. Por ejemplo, el Gobierno compró 28 de 31 contenedores cargados de plátano –unos 800 mil plátanos– que se quedaron en el camino el día de las inundaciones. Fueron comprados a través del Plan Panamá Solidario. También, a la altura de Chiriquí Grande, se compraron 2 contenedores de cajas de banano y un cargamento completo de pixbae y se le entregó a la gobernadora Estela Stevenson, para que fuera a distribuirlo entre las familias bocatoreñas.