La decisión del Congreso General de la Cultura Guna de prohibir el el uso de la mascarilla y eliminar los comités de salud comunitario de Covid-19, será evaluada en una asamblea extraordinaria en noviembre próximo por el Congreso General Guna.
Así lo explicó Arnelio Merry, secretario de Información y Comunicación del Congreso General Guna, quien señaló que la decisión del Congreso General de la Cultura Guna será evaluada, porque esta es una instancia que tiene un rol orientado a la parte espiritual, y lo que cabe en ese caso es hacer observaciones o recomendaciones sobre el sistema de salud.
El tema de salud pública no es injerencia de este congreso sino del congreso político y administrativo, y las comunidades deben emitir sus propios comentarios sobre la situación, y en este caso no se dio la respectiva consulta, acotó el miembro del Congreso General Guna.
La decisión fue emitida en la Resolución No.4 del Congreso General de la Cultura Guna, y surgió porque las autoridades locales sienten que se vulneró la autoridad de decisión cuando los comités de salud comunitarios Covid-19 asumieron el liderazgo de ese rol en muchas situaciones no relacionadas con la crisis pandémica, creando un malestar entre la dirigencia local.
Los delegados de las comunidades que participaron en el congreso basan la resolución en el artículo 3 de la Declaración de las Naciones Unidas, que establece que los pueblos indígenas tienen derecho a la libre determinación.
Merry subrayó que el congreso cultural llegó a esa conclusión luego de analizar varios elementos. “Por ejemplo, si en sus islas no hay casos de la enfermedad por qué deben usar la mascarilla”, expresó .
Héctor Huertas, abogado guna, coincidió con Merry en que la decisión del Congreso General de la Cultura Guna no es de obligatoriedad en la comunidad ya que es el Congreso General Guna el que maneja ese tipo de decisiones de salud, transporte, entre otros.
Sin embargo, opinó que el congreso cultural está realizando un llamado a las autoridades de salud sobre la ayuda que están recibiendo frente a la enfermedad Covid-19, y que se tomen en cuenta la medicina y médicos tradicionales.
Consideró que se debe crear un diálogo respetuoso entre los médicos tradicionales y las autoridades de salud.
Petita Ayarza, diputada de la comarca Guna Yala, recordó que en el área indígena no hay grandes hospitales ni regionales para brindar apoyo a la comunidad, es decir, es poca la ayuda dentro de la comarca.
De hecho, un informe de la Contraloría General de la República indica que hasta marzo pasado habían 60 médicos y enfermeras para una población de más de 48 mil personas en esta región.
Ayarza expresó que el congreso cultural decidió abordar el tema luego de las últimas decisiones adoptadas por las autoridades de salud.
Reacciones
Tras la decisión del Congreso General de la Cultura Guna de prohibir el uso de mascarillas y enfrentar la Covid-19 solo con el uso de la medicina dule, la Asociación de Educadores de Guna Yala se pronunció, dado que consideran que estas “medidas carecen de sentido común”.
“Ningún artículo de las normas de la comarca le da potestad para decidir sobre la salud de los habitantes de Guna Yala”, sostuvieron los educadores, al tiempo que cuestionaron que un minúsculo grupo decida sobre la seguridad y salud del resto de la población.
“Esa prohibición del uso de la mascarilla atenta contra la vida de todos nosotros: los estudiantes, docentes y padres de familia”, agregaron los profesionales de la educación, quienes se mantienen a la espera de una “rectificación sobre esa resolución”, dado que la Covid-19 ha causado la muerte a 35 educadores.
Un riesgo
Israel Cedeño, director de la Región Metropolitana de Salud, manifestó que en el despacho superior del Ministerio de Salud se está discutiendo el tema con la directora regional de la zona, y autoridades locales para llegar a un consenso.
Acotó que, por ley, la comarca tiene derecho a tomar algunas directrices, pero deben ser discutidas con las autoridades de Gobierno, ya que se trata de salud pública.
Mientras, los reportes de epidemiología de la institución indican que desde que comenzó la pandemia en marzo pasado, hasta el pasado 25 de octubre, en la comarca Guna Yala se han registrado 889 casos.
Jorge Luis Prosperi, especialista en Salud Pública, señaló que el Gobierno debe intervenir y detener esta situación antes de que sea muy tarde para los gunas y otros grupos de población sigan este mal ejemplo.
Sostuvo que la mejor forma de intervenir es someter a una cuarentena obligatoria a esas comunidades, aplicando un férreo cerco sanitario (nadie entra y nadie sale). Eso sí, garantizándoles comida y agua a todos los confinados.