La denominada operación Oasis, que lideró la Fiscalía de Drogas junto a personal de la Policía Nacional, dejó al descubierto una red que utilizaba a funcionarios de la misma policía, el sistema penal acusatorio (SPA) y abogados, entre otros, para el trasiego de droga proveniente de Colombia.
El procurador de la Nación encargado, Javier Caraballo, informó ayer que no descartan que en los próximos días capturen a más personas vinculadas con el grupo. Por lo pronto, están en manos de las autoridades 25 personas, 24 vehículos y dinero en efectivo.
Según las investigaciones, esta organización era el apoyo logístico de narcocarteles colombianos, a los que ayudaban a introducir cargamentos de cocaína por las costas de Darién y Chepo, para luego llevarla en carros con doble fondo hacia Centroamérica.
Fuentes ligadas a la investigación detallaron que el cabecilla de la red era un ciudadano nicaragüense asesinado en julio de 2020.
Sin embargo, el grupo siguió operando bajo el mando de panameños y extranjeros que coordinaban la llegada de los embarques de cocaína a través del mar.
Según Caraballo, los funcionarios de la Policía, del SPA y los abogados eran los encargados de facilitar el movimiento de la carga y de darle carácter legítimo a sus actividades. En el caso de un capitán de la Policía detenido, se le atribuye que usó su rango para facilitar el paso de los vehículos con droga por los retenes instalados a raíz de la pandemia de la Covid-19.
La Fiscalía de Drogas analiza incluir el cargo de blanqueo de capitales contra algunos de los investigados, por considerar que usaban sociedades para legitimar el dinero sucio.
En el día de ayer, la Fiscalía de Drogas solicitó a un juez de garantías la legalización de la aprehensión de los imputados, mientras que hoy se tiene previsto presentar la imputación.


