Antes de que llegara ayer a Estados Unidos (EU), extraditado desde Guatemala, la fiscalía del Distrito Este de Nueva York solicitó a un juez federal ordenar la detención permanente de Luis Enrique Martinelli Linares –hijo del expresidente Ricardo Martinelli–, dado el riesgo de fuga que conlleva una eventual excarcelación.
“El acusado presenta un riesgo de fuga sustancial y comprobado, y debe estar detenido”, dice una nota entregada por la fiscal Alixandra Smith y que también suscriben abogados del Departamento de Justicia.
Martinelli Linares llegó finalmente ayer a EU, después de haber fracasado en el intento por evitar su extradición al presentar recursos ante la justicia de Guatemala durante más de un año.
Partió a la 1:35 p.m., hora local, en vuelo privado desde la base de la Fuerza Aérea de Guatemala, en el Aeropuerto Internacional de La Aurora, al que no entraron los medios. Iba acompañado por agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI), cuyo personal se reunió en el pasado con él y con su hermano Ricardo Alberto, antes de que ambos abandonaran EU a mediados de 2020.
Al completar su extradición, Luis Enrique permanece en el centro de detención de Brooklyn hasta conocer cuál será su futuro próximo en audiencia de garantías que se efectuará hoy.
Son tres los cargos que pesan sobre ambos hermanos: uno por presuntamente conspirar para lavar dinero y dos por ocultar información sobre el blanqueo de capitales. Luis Enrique tiene dos cargos adicionales por el supuesto uso de dineros obtenidos a través del lavado de activos. Será representado por el abogado James G. McGovern. Ricardo Alberto sigue preso en Guatemala.
Luis Enrique Martinelli, en manos de la justicia de EU
Luego de estar 497 días recluido en la cárcel militar de Mariscal Zavala, y haber sido sometido a un proceso legal en el cual le fueron rechazados todos los recursos presentados, Luis Enrique Martinelli Linares fue extraditado a Estados Unidos este lunes 15 de noviembre del 2021.
Una jornada que inició pasadas las 8:00 a.m., hora local en Guatemala, momento en que se dieron las primeras imágenes, en donde Martinelli Linares fue requisado tras atravesar el portón principal de Mariscal Zavala.
De sweater color negro, abrigo del mismo color, jeans, y una mochila estilo militar, fue conducido hacia la garita principal del predio. Le sonrió a los agentes del lugar y abordó el automóvil estilo pick up, con número de placa SP-004, del Sistema Penitenciario de Guatemala.
La extradición
El camino a la base de la Fuerza Aérea de Guatemala, ubicada en el mismo Aeropuerto Internacional de La Aurora, en Guatemala, duró aproximadamente 15 minutos. Escoltado por unidades del sistema penitenciario, con sirenas encendidas, Martinelli Linares recorrió sus últimos kilómetros por Ciudad de Guatemala para adentrarse en terreno internacional, en donde lo esperaban, médicos, agentes del Buró Federal de Investigaciones (FBI) del Departamento de Justicia de Estados Unidos y la aeronave Gulfstream G550 de matrícula N616RK, que lo llevaría a Nueva York.
Al acceder a la sala de embarque, Martinelli Linares fue sometido a una revisión médica, prueba de la Covid-19 incluida, para certificar su estado de salud al momento de ser entregado a Estados Unidos.
Más de cuatro horas fue el tiempo de espera en las instalaciones de la Fuerza Aérea de Guatemala, ya que su extradición se esperaba que se concretara a las 11:30 a.m. hora local, pero el vuelo recién se concretó a la 1:30 p.m. Partió rumbo a Nueva York, en donde permanecerá en el centro penitenciario de Brooklyn, y enfrentará este martes 16 de noviembre una audiencia de garantías en donde se le señalará por qué está detenido.
Fiscal pide mantener la detención
En la tarde de ayer la fiscalía del Distrito Este de Nueva York solicitó a la jueza federal Marcia M. Henry que mantenga la detención de Luis Enrique Martinelli dado el riesgo de fuga que conlleva una eventual excarcelación.
Una nota entregada por la la fiscal Alixandra Smith y que también suscriben abogados del Departamento de Justicia de Estados Unidos, señala que Luis Enrique Martinelli Linares había pactado un acuerdo de culpabilidad para resolver su situación procesal, pero aproximadamente el 25 de junio de 2020, cuando la negociación estaba en la recta final y sin avisar a las autoridades, evadió los controles fronterizos y huyó en un bote a Bahamas. Una vez en Bahamas, agrega la nota, Luis Enrique Martinelli Linares y Ricardo Alberto Martinelli, así como la esposa e hijas de Luis Enrique, abordaron un jet privado con intención de retornar a Panamá, pero dadas las restricciones vigentes en aquel momento por la pandemia de la Covid-19, hubo cambio de planes y el avión tuvo que aterrizar primero en Costa Rica y luego en El Salvador.
Después de unos días, ante la imposibilidad de volar a Panamá, los dos hermanos ingresaron vía terrestre a Guatemala, “utilizando credenciales diplomáticas inválidas”, del Parlamento.
Además, recuerda la nota, durante los 15 meses detenido en Guatemala, el acusado presentó múltiples recursos en diferentes instancias en Guatemala, a fin de evitar su entrega a Estados Unidos.
Los cargos
Son tres cargos los que pesan contra los hermanos Ricardo Alberto y Luis Enrique Martinelli Linares: uno por presuntamente conspirar para lavar dinero, y dos más por ocultar información sobre el blanqueo de capitales.
Luis Enrique enfrenta dos cargos adicionales, por el supuesto uso de dineros obtenidos a través del lavado de activos.
La acusación contra los hermanos Martinelli Linares se encuentra en el despacho del Juez Raymond J. Dearie. Las fechas en los que habrían ocurrido estos hechos coinciden con el mandato presidencial de su padre, Ricardo Martinelli Berrocal (2009-2014).
Las acusaciones contra los Martinelli Linares se basan en hechos presuntamente cometidos entre agosto de 2009 y septiembre del 2015. Según el documento del agente especial del FBI, Michael Lewandowski, los dos hijos del expresidente habrían participado en los procesos como “intermediarios” en la recepción y pago de sobornos por $28 millones, “bajo la dirección de Odebrecht”. Lewandowski, ya se había reunido en varias ocasiones con los Martinelli Linares, antes de su captura en Guatemala, en julio de 2020.
Otro de los señalamientos en contra de los Martinelli Linares en el informe del FBI apunta a que los pagos habrían beneficiado a un funcionario panameño, cuyo nombre continúa sin ser divulgado, pero que en los escritos fue referido como “un oficial con un altísimo cargo en el gobierno de Panamá” y, además, “familiar cercano” de los acusados.
Son dos transacciones las que la fiscalía detalla en el indictment, una del 12 de noviembre y otra del 10 de diciembre del 2013, por $899,978.32 y $30,887.21, realizadas desde una institución financiera localizada en Suiza, a un banco en Nueva York, y nuevamente a un banco Suizo.
En la acusación también se refiere a dos transferencias relacionadas a Luis Enrique Martinelli Linares: una del 11 de febrero del 2013, por $346,500 y otra, el 26 de agosto del 2015, por aproximadamente $570 mil, ambas desde un banco suizo, a un banco de Nueva York, y de ahí derivadas a cuentas en New Jersey y Florida.
Según los informes de transacciones de propiedad de Estados Unidos, se indican que los $570 mil corresponden al abono de un apartamento en Miami, Florida, a nombre de una sociedad, a beneficio de Luis Enrique Martinelli Linares.
Las penas
Según las leyes de Estados Unidos, solo por el delito de conspiración para lavar dinero, la pena podría ser hasta de 20 años de prisión. Mientras que por el delito de ocultar información, la pena máxima ascendería también a 20 años.
Mientras Luis Enrique ya se encuentra en Estados Unidos, su hermano Ricardo Alberto Martinelli Linares, permanece en la cárcel de Mariscal Zavala, a la espera de que se concrete su extradición a Estados Unidos. Ricardo Alberto Martinelli Linares renunció a los recursos presentados y aceptó su extradición en una audiencia el pasado lunes 8 de noviembre en Guatemala.
Sin prensa
Los periodistas que cubrieron la extradición de Luis Enrique Martinelli Linares no pudieron acceder al abordaje al avión del requerido por Estados Unidos.
La presencia de los medios de comunicación se limitó a esperar frente al portón de entrada de la sede de la Fuerza Aérea de Guatemala, ubicada en el Aeropuerto de La Aurora.
