Presupuesto de Asamblea Nacional en 2022 sería 40% más elevado que el de 2019

Presupuesto de Asamblea Nacional en 2022 sería 40% más elevado que el de 2019
Hace dos semanas, el ministro de Economia y Finanzas, Héctor Alexander, presentó ante el Legislativo el proyecto de presupuesto para 2022, que asciende a $25,126.6 millones. Archivo


Desde que el oficialista Partido Revolucionario Democrático (PRD) tomó las riendas de la Asamblea Nacional (AN), el presupuesto de esa entidad no ha cesado de aumentar –pese a la crisis económica y sanitaria–, y si se compara el que pretende manejar en 2022 con el que ejecutó en 2019, destaca un incremento del 40%.

En efecto, el presupuesto del Legislativo en 2019 –a cargo de Marcos Castillero– fue de $96.5 millones y aumentaría a $135 millones 505 mil 516 en 2022 –en la gestión de Crispiano Adames–, de acuerdo con el proyecto de ley de presupuesto general del Estado, presentado la semana pasada ante el pleno de la AN por el ministro Economía y Finanzas, Héctor Alexander.

Según el proyecto, la Asamblea utilizaría casi la totalidad de los fondos –$126 millones 571 mil 124– en funcionamiento, que incluye las planillas de los diputados, dietas y alquiler de vehículos para éstos; y solo usaría $8 millones 934 mil 392 en inversiones.

El presupuesto de la Asamblea triplicaría, por ejemplo, al del Ministerio de Cultura, que recibiría $42 millones 277 mil 325.

La Asamblea pretende una vez más aumentar su presupuesto

Al igual que este año, la Asamblea Nacional aspira a aumentar su presupuesto en 2022, a pesar de la crisis económica que aqueja al país por la pandemia.

De acuerdo con el proyecto de ley de l presupuesto para el próximo año, el Legislativo dispondría de 135 millones 505 mil 516 de dólares.

Esta suma representaría un aumento del 26.5% si se le compara con el presupuesto de este año (107 millones 049 mil 386 dólares), sin sumar el crédito extraordinario de $22.9 millones que el Consejo de Gabinete le aprobó en noviembre pasado para pagar la planilla 002 –de personal transitorio–, y décimo tercer mes.

Este nuevo presupuesto sería 11% más oneroso que el aprobado al Legislativo en 2018 –de $ 122 millones–, cuando ocupaba la presidencia de la Asamblea Nacional la diputada de Cambio Democrático Yanibel Ábrego, y cuando estalló el escándalo de las planillas de los diputados.

Alza sistemática

En lo que va de este gobierno, que arrancó en julio de 2019, la Asamblea ha mantenido un rito de aumentos anuales en su presupuesto, al margen de las circunstancias que se viven en el país.

De hecho, si se compara el monto del presupuesto que los diputados pretenden manejar en 2022 con la asignación que recibió la Asamblea en 2019, el incremento llegaría hasta el 40% (ver microformato).

Esos fondos serían superiores a que los que recibiría n en su conjunto, por ejemplo, el Ministerio de Cultura ($42.3 millones) o la Autoridad de Aseo, Urbano y domiciliario ($56.2 millones).

Más en funcionamiento

Al distribuir el pretendido presupuesto, la Asamblea destinaría la mayoría de los fondos a gastos de funcionamiento ($126.5 millones), que incluyen, precisamente, las planillas y otras prerrogativas de los diputados, incluídas las dietas y el alquiler de vehículos.

Para inversión, mientras tanto, los diputados utilizarían $8.9 millones, de los cuales, unos $ 5 millones serían destinados a gastos de “construcción” y “remodelación” que no son precisados.

En 2020, la Asamblea gastó casi $5 millones en estos mismos renglones en el viejo y en el nuevo edificio del Palacio Justo Arosemena. También en arreglos de jardinería, techos y otros. Pero las mejoras a esos dos edificios no han terminado.

En lo que va de este año, el Legislativo le ha dado mantenimiento a siete elevadores del edificio nuevo, por un monto de $23 mil. Igualmente, ha gastado $16 mil en el mantenimiento del sistema de bombas sumergibles y en el sistema hidroneumático de los dos edificios.

Para inversión, los diputados destinarían, además, $3.4 millones a programas de modernización. En julio pasado, pusieron en marcha la plataforma Asamblea 507 para el voto electrónico, que costó $925 mil.

Además, en el presupuesto de inversión está previsto asignar $500 mil al equipamiento institucional. La Asamblea también ha dicho que mejorará su sistema de televisión y radio.

Escenario nacional

Hace dos semanas, el ministro de Economía y Finanzas, Héctor Alexander, presentó el proyecto de presupuesto general del Estado al pleno de la Asamblea, señalando que en 2022 aún habrá debilidad en los ingresos. Es decir, que los ingresos corrientes previstos serán equivalentes a los obtenidos hace cuatro años.

“Los ingresos corrientes de 2022 representan lo que obtuvimos hace cuatro años atrás. Sin embargo, no hemos retrocedido cuatro años atrás en nuestros gastos de operación y de funcionamiento”, destacó el titular del MEF.

El presupuesto general del Estado modificado para la presente vigencia fiscal asciende $24,192 millones. El del próximo ejercicio fiscal (2022) se eleva a $25,126.6 millones, cifra que, según Alexander, supera en más del 3.6% el presupuesto de 2021.

Vistas presupuestarias

Esta semana arrancarán las vistas presupuestarias con la sustentación del proyecto de presupuesto por parte del titular del MEF en la Comisión de Presupuesto, que dirige el diputado perredista Benicio Robinson.

Por tradición, el Legislativo es uno de los últimos en sustentar sus números y lo hace a puertas cerradas.

Reacciones

Cristian Ábrego, de Conciencia Ciudadana, opinó que el problema de fondo es que todo ese dinero no va dirigido a resolver los problemas que enfrenta el país, sino directo al bolsillo de los diputados, ya sea a través de planillas falsas de personal que no existe o planillas de personas que sí existen, pero cobran solo una fracción y la mayoría se la queda el diputado, todo esto sin ir a trabajar.

“La realidad es que la Asamblea no necesita ni cuenta con tanto personal. Esas planillas se crean para robarse la plata. Es el problema de arrastre que venimos teniendo desde hace muchos años, por una política electoral clientelar, en la que los diputados no llegan para trabajar, sino para robar. Y compran los votos de su electorado solo para llegar allí y lograrlo”, dijo.

A su juicio, es importante que en las reformas a la Ley Electoral se incluya cómo se logrará prevenir y castigar, de forma efectiva, toda forma de prácticas clientelistas que practiquen diputados o aspirantes a diputados en los tiempos de la campaña política.



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