Varios líderes árabes expresaron en la ONU su temor a un nuevo conflicto regional en momentos en que crecen las tensiones entre Estados Unidos e Irán.
La mayor cita diplomática anual, la Asamblea General de las Naciones Unidas, se celebra este año de manera virtual a raíz de la pandemia de coronavirus, con discursos de los líderes pregrabados con varios días de antelación transmitidos en un edificio semivacío.
Dos días después de que el presidente estadounidense, Donald Trump, desafiara a la ONU al anunciar nuevas sanciones contra Teherán por violar un embargo de armas de la organización, los líderes de Irak y Arabia Saudí expresaron su preocupación.
“No queremos que Irak se convierta en una especie de parque de juegos para otras fuerzas que se matarán una a otra en nuestro territorio”, dijo el presidente iraquí, Barham Saleh, en su discurso.
Irak busca mantener un delicado equilibrio con Irán, que comparte la fe chií de la mayoría en su vecino árabe, y Estados Unidos, que invadió el país y derrocó al dictador Sadam Husein en 2003.
Trump ordenó en enero un ataque con dron en Bagdad que mató al general iraní más importante, Qasem Soleimani, lo cual llevó a muchos a pedir en Bagdad la expulsión de las fuerzas estadounidenses.
Trump rechazó los llamados a retirarse del país, pero este mes ordenó un fuerte recorte de tropas en Irak.
El rey saudita Salmán usó su discurso para expresar su inquietud sobre Irán y recordó los ataques con dron del año pasado contra campos petroleros saudíes, que según Washington fueron perpetrados por Irán en violación del embargo de armas.
El presidente iraní, Hasan Rohani, señaló en la ONU a Arabia Saudí, al denunciar los sucesivos e infructuosos esfuerzos estadounidenses para aplicar un embargo de armas a Teherán. “Han vendido cientos de miles de millones de dólares de armas a sus clientes, convirtiendo a la región en un barril de pólvora”, dijo Rohani.