En un comunicado y una entrevista televisiva, Óscar Ramos, director de la Autoridad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Ampyme), afirmó que desea transparentar la entidad, tras una ola de críticas luego de que este medio reveló que no existe evidencia alguna de la efectividad del programa Capital Semilla, pero sí de un manejo político para elegir a los beneficiarios.
Ramos indicó que no puede revelar la información de los beneficiarios de dicha iniciativa —que proporciona fondos no reembolsables de hasta $2 mil— para emprendedores porque obedece la Ley 81, sobre protección de datos personales.
Prueba de ello, dijo, es la opinión de la Procuraduría de la Administración, que indicó que dicha ley es jerárquicamente superior al Decreto Ejecutivo No. 126 de 2010, que obliga a la Ampyme a publicar en su portal digital o en un medio de comunicación la lista de beneficiarios de su programa Capital Semilla.
Ramos, en cambio, se abstuvo de mencionar que la Autoridad Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (Antai) confirmó públicamente que los argumentos de la Ampyme para no entregar la información solicitada por La Prensa “carecen de fundamento legal”, toda vez que la Ley de Protección de Datos tiene excepciones.
Descargue aquí los planteamientos de la Antai
Ramos tampoco mencionó que, según la Ley 33 de 2013, la Antai “es el ente rector en materia de acceso a la información y protección de datos personales”. También se abstuvo de aclarar que la opinión de la Procuraduría de la Administración no es vinculante y que el Decreto 285 de 2021 le da a la Antai la potestad de vigilar el cumplimiento de la Ley de Protección de Datos.
Promesas no hechos
“Existe una ley que nos dice Asesoría Legal: ustedes pueden contestar hasta aquí. Y encima, el Procurador de la Administración dijo... que es información confidencial, por más que se trate de fondos públicos”, dijo Ramos ayer en TVN Noticias, citando un ejemplo con nombre y dirección.
Lea aquí la opinión completa de la Procuraduría de la Administración
Desde septiembre pasado, cuando La Prensa solicitó a la Ampyme información de Capital Semilla y de su otro programa, Banca de Oportunidades, Ramos ha bloqueado todo intento de conocer el manejo de estos fondos públicos.
Para no darlos, Ramos se escudó con la Ley de Protección de Datos; también en el Código de Comercio, a fin de no detallar los indicadores de crecimiento de las empresas que operan y que nacieron con Capital Semilla en esta y en pasadas administraciones.
“Estamos buscando darle la vuelta para transparentar parte del proceso, a través de nuevos formularios, y un catálogo digital de todos los beneficiarios de Capital Semilla, que sirva para mercadearlos”, prometió en TVN.
El juego de los tiempos
“La Ampyme tiene como norte el cumplimiento de su misión como ente rector de las mipymes, labor que realiza con plena transparencia y rendición de cuentas , pero siempre hasta donde las leyes lo permitan... Así lo reconoció la Autoridad Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (Antai) que señaló en su último informe que Ampyme está entre las entidades que cumplen, al 100% con los términos de evaluación de esta institución”, cita el comunicado de la Ampyme divulgado ayer.
No obstante, el monitoreo al que se refiere la Ampyme —publicado el 3 de diciembre en la web de la Antai— se refiere a la evaluación del mes de septiembre pasado y evalúa únicamente 24 puntos, como el estándar mínimo para web estatales, parámetros planteados en 2011 por la Autoridad Nacional de Innovación Gubernamental, toda vez que la Antai se creó dos años después.
Lea aquí el comunicado de Ampyme
En septiembre pasado, La Prensa solicitó a la Ampyme, amparada en la Ley de Transparencia, la lista de los beneficiarios de Capital Semilla. Un mes después —en octubre pasado— la Antai indicó que la Ampyme “mantiene la obligación de entregar la información de Capital Semilla [a este medio ] y cumplir el Decreto 126”.
Niega manejo político
Ante la crítica popular porque los diputados entregan las ayudas de Capital Semillas y del alegado manejo político del programa —y no por las competencias del plan de negocio, tal como lo dispone la ley de la Ampyme—, Ramos dijo que ese es el estilo de este gobierno: trabajar con “dirigentes comunitarios”, aunque todos los emprendedores se someten a capacitación y compiten para ganarse los fondos, dijo.
Su versión choca con las decenas de quejas y opiniones publicadas en redes sociales tras los reportajes publicados por este medio entre el 13 y 16 de diciembre, en las que decenas de ciudadanos se quejaron de que para ser beneficiario del programa debían estar inscritos en el partido gobernante (PRD o Molirena), que hay escasa capacitación y seguimiento a los emprendimientos.
Semillas bajo la sombra
Uno de los quejosos es José Guerra, residente en Chiriquí, quien reveló que en la primera semana de diciembre asistió a una reunión en la Gobernación de la provincia, donde se impartía un curso de inducción al programa Capital Semilla.
Estaba muy interesado en participar, pero, por casualidad, escuchó decir a funcionarios de la Ampyme que los cupos fueron reservados para los que estaban en la lista de un representante de corregimiento de esa provincia.
“Me pregunto ¿por qué [la lista], si Capital Semilla es para todos los ciudadanos? Daban a entender que no se necesita cumplir con ningún requisito [de capacitación ni de plan de negocio], sino que tienes que conocer a un político, y las personas son elegidas de a dedo”, se quejó Guerra a La Prensa, quien, decepcionado, decidió no aplicar por no estar en la lista.
“Me abrieron una cuenta y metieron el dinero de Capital Semilla pero no me autorizaron para retirarlo porque revisaban las cotizaciones. Luego mi cuenta fue cerrada, el dinero desapareció, nadie me supo dar respuesta y quedaron fotos en las que yo recibí algo que nunca pude utilizar”, dijo en redes Vanessa Vargas.
Otra perjudicada fue Paulie Alvarado, de 35 años, quien hizo una “capacitación flash” con Ampyme, pero no hubo seguimiento y ahora paga las consecuencias económicas de lo que sería un negocio para mascotas.
Tomó el curso a finales de 2019 y la Ampyme le solicitó un aviso de operación, pero rechazó los fondos de Capital Semilla por la crisis de la pandemia. Luego, al tramitar asuntos personales en el Municipio de Panamá, fue informada de que debía impuestos producto del aviso de operación que le pidieron tramitar para recibir los fondos de Capital Semilla.
“Un funcionario dijo que habían varios casos similares. La Ampyme me dejó al garete y terminé con una deuda de un negocio que nunca operó”. Sin embargo, hay un documento en el que consta que recibió los fondos de Capital Semilla en la Ampyme, describió Alvarado.
Durante su investigación, La Prensa acudió a la Ampyme para ver las actas del comité evaluador de los planes de negocio de los beneficiarios de Capital Semilla, pero fueron negadas. Asímismo, la entidad se negó a dar los nombres específicos de las organizaciones que participaron como jurado en los análisis de los planes.
Ramos insistió ayer, sin mostrar evidencia alguna, que dan seguimiento a los emprendimientos desde los 6 meses y que el 88% de los proyectos se mantiene.
Sí hay seguimiento y estructura para monitorear la inversión, “con limitaciones”. Aclaró que, de una “etapa de apagar fuego” por la crisis de la pandemia, las personas que tuvieron que emprender, pasarán ahora a la etapa de seguimiento. “Aquí lo que hace falta es más recursos, aunque hay que controlarlos, por supuesto”.
En esta administración, Capital Semilla entregó $6.2 millones a 3 mil 808 personas, 73% a mujeres. De 2009 a 2019, se entregaron otros $11.6 millones. Este programa es parte de los planes de reactivación económica del Estado, por lo que esta administración duplicó a $2 mil el fondo no reembolsable para emprendedores nuevos o para quienes requieran un impulso.
Con todo, hay mucho descontento en la forma en que se maneja el programa. “Capital Semilla es una farsa, no es certero”, dijo Rodolfo Reyna, que importa productos de belleza en la provincia de Panamá.
El emprendedor dijo que quería capital para comprar inventario. Hizo un plan de negocios hace año y medio y le dio seguimiento por seis meses.
“Subí y bajé escaleras hasta que me aburrí. Todo quedó en un limbo. Eso tiene una rosca. Yo no estoy inscrito en ningún partido”… “Estamos trabajando con la mugre de las uñas”, se quejó amargamente.