Un poco antes de llegar a Metetí, en Darién, aparece un pequeño pueblo cuya calle principal termina en un colegio: el Centro Educativo Zapallal, cuyos estudiantes representarán a su provincia en la Copa Nacional de Debate.
El capitán del equipo, Nuredín Ibarra, asegura que el debate le ha cambiado la vida. “Yo antes actuaba sin pensar y el debate ayuda a razonar antes de actuar, y el que razona antes de actuar es efectivo”, dice. La disciplina se ha convertido, explica, en parte de él, razón por la que advierte que un día sin debatir es como “un día sin comer”.
Sus compañeros de equipo piensan de forma similar a él. Betzaida Ríos, por ejemplo, plantea que el debate le ha enseñado a defender su posición a través de argumentos y, más importante aún, a siempre dar lo mejor de sí.
Para ello, indica Katherine Araúz, entrenan varias veces a la semana con discusiones de temas polémicos.
Celia Rodríguez Maturana afirma que el tema que más se debiera discutir en el país es cómo hacer de Panamá un lugar más equitativo. “Los muchachos han aprendido a pensar, escuchar, analizar y debatir”, señala el profesor Jesús Guerra, quien coordina al equipo.
Para conocer más sobre el equipo de Darién, mira sus entrevistas.