A pesar de los múltiples escándalos que lo rodean, el diputado Benicio Robinson no se rinde, ni el Partido Revolucionario Democrático (PRD) lo abandona.
De ser reelecto en la apetecida Comisión de Presupuesto de la Asamblea Nacional, sería la cuarta vez que preside esa instancia legislativa, en la que se aprueba el presupuesto general del Estado, así como millonarios traslados de partidas y créditos extraordinarios a instituciones del gobierno.
Robinson, quien una vez se definió como diputado, transportista y “empresario exitoso”, ya tiene los votos para volver a liderar la poderosa comisión, de acuerdo con diputados consultados.
La presidió de septiembre de 2008 a junio de 2009, cuando su copartidario Martín Torrijos gobernaba el país. La lideró entre julio de 2014 y julio de 2015, cuando panameñistas y el PRD armaron el “pacto de gobernabilidad”, y la volvió a presidir entre julio de 2018 y julio 2019, también en la era de Juan Carlos Varela.
Benicio Robinson y el poder de la Comisión de Presupuesto
La fila es larga. Todos quieren ser parte de ella. Solo en el oficialista Partido Revolucionario Democrático (PRD) hay 17 diputados que quieren ser miembros de la Comisión de Presupuesto.
Sin embargo, son pocos los que han alzado su voz para expresar que quieren presidirla.
Reglamento Interno de la Asamblea
¿La razón? Ya hay un favorito: el presidente del PRD, Benicio Robinson, quien de ser reelecto en la presidencia de esa instancia, sería la cuarta vez que la capitaneará.
¿Por qué?
La Comisión de Presupuesto debe ser integrada por 15 diputados y, según el reglamento interno del órgano Legislativo, tiene cinco funciones claras, entre ellas, la de aprobar el proyecto de ley de Presupuesto General del Estado, que el Ejecutivo envía a la Asamblea cada año, así como el de la Autoridad del Canal de Panamá. Además, es la encargada de avalar los traslados de partidas y créditos extraordinarios a distintas instituciones. Sin embargo, estar a cargo de esta instancia otorga otros privilegios que no aparecen en el reglamento, sino que se negocian al calor de los pactos políticos.
Por ejemplo, más dinero para contratos en el Legislativo, y contacto directo con altas autoridades del Ejecutivo y del Judicial. “Quien preside esta comisión, a veces goza de más poder que el presidente de la Asamblea, pues cualquier ministro o director de entidad que necesite un mayor presupuesto debe meterse en el bolsillo a su presidente”, asegura un conocedor de asuntos legislativos que pidió el anonimato.
El elegido
Por el momento, Robinson, quien el pasado 1 de julio aseguró en el pleno que había sido electo por séptima vez “duélale a quien le duela”, ya tiene los votos de sus copartidarios en la Asamblea para presidir la mencionada comisión. Y es que en eso de liderar la instancia donde se mueven los millones tiene experiencia.
Como parte del acuerdo de gobernabilidad entre el PRD y el Partido Panameñista, justo después de las elecciones de 2014, ambos colectivos se repartieron las comisiones más importantes. Robinson se quedó con la de Presupuesto. Era la segunda vez que estaba en ese cargo, pues ya la había presidido entre septiembre de 2008 y junio de 2009, cuando su copartidario Martín Torrijos gobernó el país. Las negociaciones lo regresaron a ese lugar en julio de 2018, cuando el PRD fraguó una alianza con Cambio Democrático.
Escándalos
El pasado, los escándalos y los cuestionamientos no han sido un obstáculo para que el bocatoreño llegue al puesto. Fue uno de los diputados que más dinero usó en donaciones y planillas durante el quinquenio 2014-2019. Usó $3.5 millones. Mientras que su hijo fue contratado bajo la planilla 080 con el cargo de “promotor deportivo”, con un salario de $800 mensuales.
Robinson es también el presidente de la Federación Panameña de Béisbol (Fedebeis), organismo que recibió casi $7 millones del Instituto Panameño de Deportes entre 2014 y 2017. Nunca mostró los informes que sustentan quiénes recibieron los millones de dólares en implementos deportivos.
Una investigación de este medio dejó al descubierto que la Fedebeis recibió cientos de miles de dólares para implementos en zonas donde ni siquiera hay ligas.