El gobierno británico exigirá a partir del lunes que los viajeros procedentes de todos los países presenten una prueba negativa de la Covid-19 y se sometan a una cuarentena, anulando los llamados corredores aéreos debido al surgimiento de nuevas cepas del nuevo coronavirus.
Debido “al riesgo de nuevas cepas procedentes del extranjero, debemos tomar medidas adicionales para evitar que entren en el país, así que ayer anunciamos que prohibíamos los vuelos procedentes de Sudamérica y Portugal”, afirmó el primer ministro Boris Johnson.
Esta medida, destinada a evitar la importación de una nueva variante del virus originada en la Amazonía brasileña, fue anunciada el jueves y entró en vigor un día después.
“También cerraremos temporalmente todos los corredores aéreos a partir del lunes”, agregó.
Esto significa que cualquiera que desee viajar al Reino Unido tendrá que presentar, antes de embarcar, un test de Covid-19 negativo, realizado en las 72 horas anteriores. Además, deberá respetar 10 días de aislamiento total o realizar un nuevo test al cabo de cinco días de cuarentena que le permita salir de ella si es negativo.
Según cifras oficiales, las muertes confirmadas por el SARS-CoV-2 –ocurridas en los 28 días posteriores a un resultado positivo en el test– aumentaron casi un tercio en la última semana, llevando a 87 mil 295 fallecidos el balance desde el inicio de la pandemia en el Reino Unido, el más alto de toda Europa.
Las autoridades sanitarias británicas anunciaron otras mil 280 muertes ayer.
El país ha superado los 3.3 millones de casos positivos, con otros 55 mil 761 registrados el viernes. Sin embargo, los nuevos contagios disminuyeron casi un 14% en la última semana, según el ministerio de Sanidad.
Enfrentado a su propia cepa del nuevo coronavirus, entre 50% y 70% más contagiosa que las anteriores, según científicos británicos, el Reino Unido se encuentra en su tercer confinamiento nacional, que incluye el cierre de escuelas.
Solo se puede salir de casa para hacer la compra, ir al médico, trabajar si es imprescindible, y hacer ejercicio físico “localmente”, acompañado de una única persona.
Recordando que una de cada tres personas infectadas es asintomática, el primer ministro instó a los británicos a actuar como si tuvieran la Covid-19, y pudiesen infectar a otros sin darse cuenta. “Por favor, piénselo dos veces antes de salir de casa este fin de semana y hágalo sólo si es absolutamente necesario”, instó.
En un país de 66.5 millones de habitantes, 3.3 millones de personas –incluidos el 45% de los mayores de 80 años– han recibido ya su primera dosis de la vacuna del Covid-19.
Mientras, en España, el balance oficial del Ministerio de Sanidad registró ayer una cifra récord de casos en 24 horas, con 40 mil 197 contagios, aunque la comparación histórica es complicada, dado que al comienzo de la epidemia el país apenas tenía capacidad de hacer pruebas a los sospechosos.
Ante este repunte, las regiones, competentes en materia sanitaria, endurecen sus restricciones. Una de las últimas fue Madrid, que ayer prohibió las reuniones en domicilios y avanzó una hora el toque de queda y el cierre de bares. Además, limitará la entrada y salida de una veintena de municipios de la región, salvo para ir a trabajar y otros pocos motivos justificados.
En un mes, la incidencia de la epidemia se ha triplicado, pasando de 194 casos por 100 mil habitantes en dos semanas a 575 ayer, según los últimos datos oficiales.
La semana pasada, el país superó la barrera simbólica de los dos millones de casos confirmados oficialmente. La cifra real, sin embargo, puede rondar los 4.7 millones, según un estudio presentado en diciembre por el Gobierno, que reveló que un 10% de la población había contraído el virus.
Ayer, el país registró 235 fallecidos en 24 horas, llevando el balance oficial a más de 53 mil 300 muertos.