Deserción escolar, mayor riesgo en medio de la pandemia

Deserción escolar, mayor riesgo en medio de la pandemia


Con la llegada de la pandemia, la educación se ha perjudicado. Y es que, a pesar de los intentos por realizar clases online o a distancia, no todas las familias panameñas tienen las mismas realidades y eso se refleja en aspectos como acceso a computador para todos los miembros del núcleo familiar e internet con una conexión estable.

Ante este escenario, el Consejo Permanente Multisectorial para la Implementación del Compromiso Nacional por la Educación (Copeme) presentó al Ministerio de Educación (Meduca) una propuesta para crear una red de prevención y retención escolar para mitigar el aumento del abandono escolar debido a la interrupción prolongada de las clases y un retorno no presencial ante la pandemia.

La iniciativa también surge porque Panamá presenta una tendencia de abandono escolar en modalidad presencial en todos los niveles escolares, y puede ser mayor con la educación virtual o a distancia, por lo que se requiere seguimiento a los alumnos.

Adjuntos

Propuesta de COPEME.pdf

La realidad en cifras

Las estadísticas que presenta la propuesta indican que en 2018 el 29.6% de los desertores fue de nivel primario, 46.6% de premedia, 23.8% de media. Es decir, 12 mil 484 estudiantes en todo el país. En 2019, hubo 14 mil 23 desertores, según el Meduca.

Las razones de la deserción escolar están claramente identificadas. En la primaria, la principal razón es los cambios de residencia; y en premedia y media, el fracaso escolar.

Antonio Castillo, representante del Consejo Nacional de Trabajadores Organizados (Conato) ante el Copeme), explicó que con esta red buscan avanzar hacia una cultura de garantizar el acceso efectivo a los derechos humanos, que impone, ineludiblemente, estrategias de prevención y mitigación a un aumento del abandono escolar, por una interrupción prolongada de las clases y un retorno en modalidad no presencial. Además, se busca evaluar los factores que inciden en el abandono escolar según región y cultura educativa.

Castillo precisó que la propuesta debe encaminarse a valorar lo que está ocurriendo en la interacción del aprendizaje a distancia en sus diversas modalidades, identificando, por un lado, qué grupos de jóvenes en edad escolar no están interactuando, los que están en peligro de quedar fuera del proceso de enseñanza y los factores que constituyen la causa del abandono escolar.

“Para ello se requiere la interacción de todos los actores del sistema, con diálogo, cooperación, respeto y construcción de espacios y ambientes que promuevan el desarrollo integral de los aprendizajes”, expresó.

La propuesta plantea tres áreas en las que se debe enfatizar: la tecnológica, gestión de aprendizaje y de indicadores. En el área tecnológica es clave que se identifiquen los rezagos en tecnología y en el manejo de plataformas, así como dificultades de acceso digital.

En el área de desempeño se sugiere darle seguimiento a los estudiantes en las materias fundamentales a partir del primer trimestre; y en el área de indicadores es importante identificar los casos de estudiantes en riesgo de ser desertores.

El documento establece que el protocolo de retención se activa cuando el estudiante no ha sido ubicado, por inasistencia de una semana, o cuando el maestro de grado o consejero detecten signos de posible abandono.

Noemí Castillo, catedrática y presidenta de la Comisión de Educación de la Asociación Panameña de Ejecutivos de Empresa, describió la propuesta como buena, ya que se propone un primer anillo de retención que vincula a los niños y sus docentes; a los padres de familia, los directivos y administrativos y a todos los demás miembros de la comunidad educativa escolar.

“La responsabilidad actual de toda la sociedad es mantener a los niños y jóvenes aprendiendo, recibiendo los beneficios de la educación, para ofrecerles las oportunidades de tener un futuro con bienestar”, acotó Castillo.

Añadió que esta propuesta crea un sistema de información robusto para identificar dónde están los niños, cómo contactarlos e incorporarlos, lo que evitaría enormemente la deserción escolar.

Castillo consideró que el país está en condiciones de paliar los efectos de la pandemia si mantiene a los niños aprendiendo por todos los medios disponibles en distintas áreas geográficas y localidades.

Maruja Gorday de Villalobos, ministra de Educación, expresó que está “muy preocupada” por los resultados del estudio hecho por Copeme sobre la “crítica situación” que existe con la deserción escolar en la modalidad presencial.

Agregó que están interesados en unir esfuerzos con todos los actores para que la red se concrete a nivel local, es decir, que opere en las 3 mil 142 escuelas oficiales del país, para prevenir y mitigar el abandono escolar que podría producir la interrupción del año escolar regular –y la implementación de la educación a distancia– el pasado mes de marzo.

Advertencia

Las decisiones que los gobiernos tomen ahora tendrán un efecto duradero en cientos de millones de jóvenes y en el desarrollo de los países durante decenios, advirtió la Organización de las Naciones Unidas (ONU) .

El organismo indica que el mundo se enfrenta a una catástrofe generacional que podría desperdiciar un potencial humano incalculable, minar décadas de progreso y exacerbar las desigualdades arraigadas.

Las proyecciones indican que casi 24 millones de estudiantes, desde primaria hasta universidad, podrían abandonar las clases a causa del impacto económico de la crisis sanitaria.

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