Se puede decir más alto, pero no más claro: “si queremos un mundo más pacífico, ya no podemos darnos el lujo de dejar a los jóvenes detrás. Debemos escucharlos y trabajar con ellos”.
Este es el mensaje de la directora ejecutiva en funciones del Fondo de Población de las Naciones Unidas (Unfpa), Natalia Kanem, como parte del Día Internacional de la Juventud.
Según Kanem, la generación de jóvenes de hoy alcanzó la mayoría de edad en una época de crisis, conflictos y desastres; sin embargo, ha quedado excluida en la toma de decisiones.
“La construcción de sociedades pacíficas, cohesivas y resilientes exige la participación de los jóvenes. Invertir en ellos en formas que permitan fortalecer sus capacidades y generar oportunidades que les permitan alcanzar su potencial pleno en la vida es indispensable para su participación en temas cívicos”, dijo.
En el caso de Panamá, el informe Proceso de Transición demográfica en Panamá, publicado por la Contraloría General de la República, señala que aquí viven 2 millones 85 mil 406 personas menores de 30 años, 52% de la población.
Francisco Trejos, subdirector de la Fundación para la Promoción de la Excelencia Educativa, sostiene que actualmente hay una gran deuda con el tema del empleo juvenil. “La clave está en la educación y en que se tome en cuenta a la juventud en las decisiones importantes”, manifestó el activista.
Mientras, Roderick Cheverri, de la Red de Niñez y Adolescencia, mencionó que en Panamá no se le dan oportunidades a este grupo.
De acuerdo con Cheverri, si eso no se cumple, habrá problemas en un futuro, ya que Panamá no logrará continuar con el crecimiento económico sostenido.
“Al país le va bien por la formación de los que en algún momento fueron jóvenes y ahora hay que capacitar a las futuras generaciones para esa labor”, añadió.
Mientras, el ministro de Desarrollo Social, Alcibiades Vásquez, subrayó que con proyectos como el del Instituto Técnico Superior del Este y la formación de miles de jóvenes en el idioma inglés se les da las herramientas para que afronten los próximos retos del país.
Ahora mismo en Panamá hay un periodo en que la proporción de personas en edad productiva crece de manera “sostenida”, el cual se conoce como “bono demográfico”, por lo que expertos sugieren enfocar los recursos en educación, salud, empleo e integración social.
Esto, antes de que la población comience a envejecer a partir de 2025.