Ricardo Alberto Martinelli Linares, detenido en Nueva York tras ser extraditado ayer desde Guatemala, presentó ante el tribunal a través de su abogado, Sean Hecker –de la firma Kaplan, Hecker & Fink LLP–, una nota en la que se declaró culpable del delito de conspiración para lavar dinero y, al mismo tiempo, solicitó una fianza de $4.5 millones para ser liberado.
En la nota comparte una copia del acuerdo de culpabilidad –hasta ahora sin validez, ya que debe ser avalado por un juez federal–, firmado por el acusado y su defensa; por el abogado del Departamento de Justicia de Estados Unidos, Michael Culhane, y por la fiscal de la causa, Alixandra Smith.
Martinelli Linares, según su abogado, se enfrentaría a una audiencia de arraigo hoy, aunque hasta la hora de cierre de esta edición dicho acto no se encontraba en la agenda del tribunal. Lo que sí fue anunciado ya, es la audiencia ante el juez Raymond Dearie, el próximo martes, para validar el acuerdo de culpabilidad.
Culpable y libertad bajo fianza
Ricardo Alberto Martinelli Linares tiene el interés de declararse culpable, según lo expresó su representante legal en la nota, en la audiencia del próximo 14 de diciembre, a las 12.30 p.m., en la sala que preside Dearie, el mismo juez que lleva la causa de su hermano, Luis Enrique Martinelli Linares, quien ya se declaró culpable, pero sigue detenido por riesgo de fuga. Los dos han confesado haber servido como “intermediarios” de los sobornos de Odebrecht, para beneficio de un “alto oficial del gobierno de Panamá”, familiar cercano de ambos, entre agosto de 2009 y enero de 2014. Este “alto oficial” no ha sido identificado hasta este momento.
Ricardo Alberto Martinelli Linares se refirió en la nota enviada por su abogado a la devolución del dinero –ya mencionado en el acuerdo de Luis Enrique– y a activos adicionales, entre los que mencionó fondos en bancos suizos.
Agregó la venta de un apartamento en Icon Tower, en Brickell, Miami, por $669 mil.
El viaje
Mientras el abogado Sean Hecker presentaba la nota en la Corte del Distrito Este de Nueva York, Ricardo Alberto Martinelli Linares se dirigía en un vuelo chárter, rumbo a Estados Unidos.
Sin preaviso y en silencio fue su salida de Guatemala, luego de 492 días detenido en la cárcel militar Mariscal Zavala.
Fue minutos antes de las 6:00 a.m. (hora local) cuando fueron abiertas las puertas del penal e inició el traslado a bordo de un vehículo color crema de la Policía Civil de Guatemala, que lo llevó hasta la sede de la Fuerza Aérea en el Aeropuerto Internacional La Aurora.
A diferencia de la extradición de Luis Enrique, en la que los medios de comunicación pudieron darle seguimiento al periplo hasta que despegó su avión, en esta oportunidad las imágenes, vistas y capturas del acusado no fueron posibles.
Escalas
La aeronave Bombardier Challenger 601-3A, con matrícula N5783T, despegó a las 9:23 a.m. (hora de Guatemala) y realizó una escala de 1 hora y 5 minutos en Nassau, capital de Bahamas, para luego partir al aeropuerto John F. Kennedy de Nueva York, donde aterrizó a las 4:07 p.m., hora local.
Con 3 presuntos narcos
Según se pudo conocer, el silencio durante el traslado y el intento de bajo perfil que se le dio a la entrega se debió a que Martinelli Linares fue extraditado junto a otras tres personas acusadas de narcotráfico y requeridas por Estados Unidos; a saber, los hermanos Haroldo y Marta Julia Lorenzana e Irám Mérida, alías El Dorado o El Bucéfalo, de nacionalidad guatemalteca, dos de ellos detenidos en diferentes cárceles.
Luis Enrique, culpable
Su hermano Luis Enrique, extraditado el 15 de noviembre desde Guatemala y detenido en el Centro Metropolitano de Detención de Brooklyn, al llegar a Estados Unidos no reconoció en primera instancia su culpabilidad en los cargos que se le imputaban. El 2 de diciembre cambió de opinión: aceptó su participación en un esquema para lavar $28 millones en sobornos de Odebrecht y acordó devolver $18.9 millones (en bienes y cuentas), que fue la cantidad que circuló por el sistema financiero estadounidense.
Luis Enrique conocerá su condena el 20 de mayo de 2022 y no podrá apelar, a menos que la sentencia sobrepase los 151 meses de prisión. En su carta de este viernes, Ricardo Alberto se ha comprometido a lo mismo y subrayado que su extradición fue “voluntaria”.
Los hermanos esperan que en la condena se reconozca el tiempo que estuvieron en Mariscal Zavala.
