Este año, la comunidad china celebrará el año del tigre, pero la sociedad panameña no tiene mucho que celebrar, salvo que las cosas tomen otro rumbo, porque de lo contrario, el tigre nos comerá. Comienza el año y la segunda mitad del gobierno de Laurentino Cortizo, y el secretario general de su partido –el PRD–, Pedro Miguel González, cree, al igual que muchos –entre los que me incluyo– de que ha llegado la “hora de que se haga una reevaluación del equipo de gobierno...”. Agradeceremos que empiece con el inútil de Rafael Sabonge.
Por ahora, la única buena noticia que veo –además del probable fin de la pandemia– es que dos magistrados de la Corte Suprema se fueron ayer, uno de ellos –en una actitud abiertamente cobarde– se negó a que se investigara un supuesto chantaje del que era objeto. Eso, sin contar todos los rumores que circulaban sobre él, y nada buenos, por cierto. Sobrevivió los 10 años, pero a un alto costo en credibilidad y coraje personal. Dos magistradas tomarán posesión este lunes y luego habrá elecciones para renovar las autoridades del Judicial.
Y lo que viene después no es juego: las audiencias del caso New Business, a 44 personas (27, 28 y 31 de enero); y el caso Odebrecht, con más de 60 acusados (del 18 de julio al 5 de agosto), en el que las estrellas serán dos expresidentes y exministros de Estado. ¿Qué debemos esperar de estas audiencias? Por esta vez seré optimista, al menos en el caso Odebrecht. Y me refiero al fondo. En cuanto a la forma, desde ahora vaticino que el dream team se agarrará de hasta una coma mal puesta para gritar: “violación al debido proceso” o “persecución política”. Ya aburren... tanto ellos como su cliente, el cercano pariente de los confesos delincuentes de Nueva York.
También comienza la política. El Partido Panameñista y el PRD elegirán –o reelegirán– a sus autoridades, empezando con el primero. José Blandón se enfrentará a Katleen Levy por la presidencia del Panameñismo, mientras que el 15 de mayo será la elección de delegados del PRD –que son los que eligen al candidato presidencial– y el Comité Ejecutivo Nacional, cuyo secretario es Pedro Miguel, y el presidente, Benicio Robinson. Suerte con este último: tiene las vidas de un gato.
La agenda nacional será dominada por nuestra estrechez económica; no la del Gobierno, que seguirá como si nada, gastando como si el mundo se acabara en 2024. La situación de la Caja de Seguro Social empeorará, mientras los políticos se olvidan de esta, excepto para seguir nombrando gente allí. Surgirá un nuevo contrato para Cobre Panamá, en el que la sorpresa sería que Panamá gane algo, además de las gracias.
Por los comicios de 2024, veremos a los diputados regalando como nunca antes, bajo la mirada indiferente de la Contraloría. La política entrará con fuerza en nuestros hogares. No olvidemos que es la recta final del PRD: oportunidad para repetir, sin contar los que quieren volver al poder o estrenar la silla. Este año sabremos a dónde irán los buenos, así como los despistados y los malos. Por su lado, Nito ya no podrá seguir sentado en el taburete: tendrá que usarlo para defenderse del tigre... mientras las hormigas se lo llevan.
