Sábado picante

Sábado picante


Si bien la Universidad Autónoma de Chiriquí (Unachi) está a unos 450 kilómetros de distancia de la capital, los problemas que afronta son tan cercanos, que casi podemos tocarlos, como los de la Asamblea Nacional. Es un micromundo en el que están reflejadas todas nuestras vergüenzas: clientelismo, tráfico de influencias, licitaciones a la medida, nepotismo, conflictos de interés, negociados, juegos sucios, mentiras y graves faltas a la ética. Todo ello ocurre –que es, a mi juicio, lo más grave– en una universidad pública, en donde miles de estudiantes reciben, sin pedirlo ni desearlo, clases prácticas de corrupción.

La señora rectora de esta universidad se ha ganado a pulso su derecho al repudio y la vergüenza. Su gestión está llena de actos cuestionables que, a pesar de todo, aún no logran despertar la más mínima curiosidad de parte de la Contraloría que, bajo una administración sin yugos, habría ido a ver lo que está ocurriendo con el personal que cobra doble y que alcanza miles de dólares al mes –de ingresos personales y familiares– sin el menor control.

Pero nada de los dudosos actos de esa señora pudieron hacer cambiar de opinión a los diputados, que, lejos de cuestionar, decidieron pisar el acelerador y aprobar una ley para legalizar lo que actualmente es ilegal: permitir que esta funcionaria –con el doble del salario del presidente de la República– pueda presentarse a las elecciones de forma indefinida. O sea, la maleantería haciendo leyes. O, mejor, ladrones nombrando jueces.

Me pregunto qué hará Laurentino Cortizo con ese adefesio de ley, que más que permitir una reelección, lo que busca es perpetuar ilegalidades y mantener a flote ese micromundo de corrupción en un centro de estudios superiores, pervirtiendo a miles de estudiantes que reciben el peor ejemplo de profesores, administrativos y de una rectora que convirtió un santuario del saber en un inmundo y mugriento retrete.

¿Qué hará Cortizo? ¿Permitir que los bribones sigan corrompiendo la educación, esa que dice él es la “estrella” de su gobierno? ¿Legalizar con su firma lo que hoy es ilegal? Está en una encrucijada: por un lado, están sus copartidarios, prostituyendo centros de estudios superiores, y, por el otro, estudiantes, docentes y gente decente, que quieren un mejor país, para lo cual tendrá que ir en contra de sus intereses partidistas.

Tendrá –una vez más– la oportunidad de demostrar que es el primer obrero del país y no el último; que trabaja por el bienestar del pueblo que lo eligió. Tendrá ocasión de demostrar que sus cimientos morales y éticos no están hechos de “leche condensada”. Mientras tanto, esperaré con paciencia su elección. Tengo esperanzas… pero también preocupación. Esa decisión definirá de qué está hecho Lauretino Cortizo: de madera de roble o de palo de guarumo.

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