La Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt) solicitó reconsiderar el presupuesto de la entidad para el año 2022, con el fin de seguir robusteciendo la investigación científica.
El mensaje de socorro fue dado por el por el secretario nacional de la entidad, Eduardo Ortega Barría, quien para el próximo año solicitó un presupuesto de $65 millones, pero el presupuesto recomendado por el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) fue de $45 millones 370 mil 243, distribuido así: $6 millones 670 mil 977 para funcionamiento y $38 millones 699 mil 266 para inversión , es decir, el 90% del presupuesto total.
La Senacyt solicitó una reconsideración de $5 millones 629 mil 757 adicionales para incrementar el presupuesto recomendado a $51 millones y asegurar la continuidad de las políticas de ciencia, tecnología e innovación.
La institución tiene bajo su paraguas los centros de investigación e innovación bajo la modalidad de asociación de interés público (AIP), con los que debe distribuir el presupuesto.
Entre estos centros se encuentra el Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología (Indicasat), Infoplazas, el Centro Nacional de Metrología de Panamá (Cenamep), Coiba, Investigación Científica Aplicada en Tecnología de Información y Comunicaciones (Indicatic), el Centro Internacional de Estudios Políticos y Sociales (Cieps) y otros tres en formación.
Ortega Barría explicó que han estado en contacto con el MEF y hay un entendimiento claro de las prioridades y necesidad de inversión en el sistema nacional de ciencia, tecnología e innovación y la intención de identificar los fondos que permitan fortalecer el presupuesto de la entidad.
“Entendemos que hay prioridades que compiten, pero lo urgente no puede desplazar a lo importante en la asignación de recursos presupuestarios. La inversión en ciencia, tecnología e innovación ha permitido dar paso a desarrollos innovadores en áreas prioritarias frente a la Covid-19”, añadió.
Consecuencias
Para la institución, no recibir lo solicitado tendría consecuencias en cadena, ya que se afectaría a las universidades y estudiantes que aspiran a la formación de maestrías y doctorados, porque no podrán acceder a programas de postgrados académicos nacionales de áreas como salud, medio ambiente, agua, energía, industria 4.0, ciencias sociales, políticas públicas.
Así lo planteó Ortega Barría, quien agregó que Panamá requiere por lo menos mil investigadores por cada un millón de habitantes, y actualmente solo cuenta con 177 investigadores que son miembros del Sistema Nacional de Investigación, y con el presupuesto recomendado por el MEF se dejaría por fuera del sistema a 50 nuevos investigadores.
El secretario advirtió que el recorte presupuestario también afectará a las poblaciones de áreas vulnerables de las provincias y comarca Ngäbe Buglé, ya que no podrán contar con 20 nuevas infoplazas para reducir la brecha digital, económica y social.
Además, resaltó que se limitará a los jóvenes la posibilidad de acceder a nuevas becas Ifarhu-Senacyt, lo que se constituye en un freno para seguir formando el capital humano necesario para la generación y transferencia del conocimiento.
Panamá invierte un estimado de 0.20% del producto interno bruto (PIB) en investigación y desarrollo, según datos de la Senacyt, y la meta es aumentar la inversión en 0.25% para 2023 y 0.50% para 2024. Sin embargo, el reto trazado en el Plan Estratégico Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (2019-2024) era alcanzar el 1%, pero está lejos de lograrse en los próximos años.
Hacer ciencia no es fácil
La realidad es que hacer ciencia en Panamá no es fácil y de eso conocen a pulso los médicos Karen Courville, del Instituto de Ciencias Médicas y presidenta de la Sociedad Panameña de Nefrología e Hipertensión; y Paulino Vigil De Gracia, miembro distinguido del Sistema Nacional de Investigadores de la Senacyt.
Courville indicó que el bajo presupuesto destinado a la Senacyt es un mensaje claro de que a “los políticos de este país no les interesa la investigación y prefieren que sigamos observando cómo avanza el mundo desde la pantalla de nuestra computadora, robándonos la oportunidad de ser protagonistas y de poner nuestro genio creativo al servicio de nuestra nación”.
El presupuesto de la Senacyt sería $90.1 millones menos que el de la Asamblea Nacional, que tendría a $135.5 millones. Es decir, que triplicaría los fondos de la entidad científica
Añadió que la mayoría de los científicos de Panamá no se dedican a tiempo completo a la investigación, como lo hacen en países como Israel, Japón, Suecia o Corea, en donde el estado invierte más del 3.5% del PIB en investigación.
“Panamá, como país en eterna vía de desarrollo, no apoya la investigación. Los datos de la inversión del Producto Interno Bruto (PIB) lo dicen. Las prioridades para nuestros gobiernos son y han sido otras, pero no son la investigación”, expresó.
Por su parte, Vigil De Gracia manifestó que las autoridades competentes para la asignación del presupuesto no entienden la importancia de la ciencia en el desarrollo, piensan que la Senacyt solo genera egresos y no logran entender que la generación de conocimientos desde y para el país es una de las mayores riquezas de una nación.
Remarcó que estas personas desconocen que en la clasificación de producción de artículos y publicaciones científicas el país está en la posición 110, muy lejos de vecinos como Colombia y Costa Rica, y que la diferencia con esos y otros países es la inversión económica en instituciones de investigación científica.
Para Vigil De Gracia, es una pena que la ciencia no cuente con los recursos económicos necesarios cuando se tiene el recurso y el prestigio regional ganado por entidades como el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud, el Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales , entre otros.
“Tenemos solo el 4.1% de investigadores que necesitamos y hasta cierto punto se ha logrado ese bajísimo porcentaje con el respaldo de las instituciones donde trabajamos (con una función diferente a la investigación), como por ejemplo la Universidad de Panamá, Universidad Tecnológica, universidades privadas, Hospital del Niño, Caja de Seguro Social, entre otras”, expresó.