¿Será necesaria una cuarta dosis de la vacuna anticovid?

¿Será necesaria una cuarta dosis de la vacuna anticovid?
Los reportes del Minsa indican que en el país se han aplicado 7 millones 963 mil 691 de dosis de la vacuna contra la Covid-19.


La discusión sobre la eventual aplicación en el país de una cuarta dosis de la vacuna contra la enfermedad Covid-19 sigue entre los asesores y autoridades del Ministerio de Salud (Minsa), que deben presentar una recomendación final al respecto.

El debate científico se centra en qué momento exacto se debe comenzar a aplicar esta cuarta dosis (segunda de refuerzo) y a partir de qué edad.

El asesor en vacunas del Minsa y secretario nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación, Eduardo Ortega Barría, señaló que no hay duda de que se requerirá una cuarta dosis (segunda de refuerzo) para un sector específico de la población, sobre todo aquellas personas que puedan complicarse al enfermar con Covid-19 como consecuencia de su edad y por comorbilidades.

Añadió que, más allá del grupo etario de 50 o 60 años, también se debe definir si esta dosis se aplica ahora o se espera a que surja una nueva variante del SARS-CoV-2 en el mundo, para que cuando llegue a Panamá este grupo de la población tenga una buena respuesta inmune frente a la enfermedad.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) aprobó la semana pasada aplicar una cuarta dosis (segunda de refuerzo) de la vacuna anticovid de los laboratorios Pfizer/BioNTech y Moderna a personas mayores de 50 años de edad e inmunosuprimidas.

La decisión fue respaldada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) el mismo día en que lo aprobó la FDA, el pasado 29 de marzo.

Esta dosis de refuerzo podría aplicarse siempre y cuando hayan pasado cuatro meses después de la primera dosis de apoyo.

Para tomar la decisión, la FDA se basó en datos de la vigilancia de seguridad proporcionados por el Ministerio de Salud de Israel sobre la administración de aproximadamente 700 mil dosis (segundo refuerzo) de la vacuna del dúo farmcéutico Pfizer/BioNTech, administrada al menos 4 meses después de la tercera dosis en adultos de 18 años de edad y más (alrededor de 600 mil tenían 60 años de edad o más) y no hubo problemas de seguridad.

En un comunicado, la FDA también citó datos de un estudio de 154 trabajadores de la salud, cuyos niveles de anticuerpos, incluso contra las variantes Delta y Ómicron, subieron dos semanas después de recibir la cuarta dosis.

En Panamá, el pasado 18 de febrero se aprobó una cuarta dosis para los pacientes inmunosuprimidos mayores de 16 años, 3 meses después de su tercera dosis.

Estudio sobre regímenes de vacunación

Ivonne Torres Atencio, directora de Farmacología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá, explicó que los esquemas de vacunación son dependientes de la epidemiología de la infección o del agente causante de esta.

Vacunación contra la Covid-19 En Panamá

La jornada de vacunación contra la Covid-19 comenzó el 21 de enero de 2021, tras la llegada del primer lote de vacunas de Pfizer/BioNTech.

Los datos proporcionados por el Minsa indican que el 87% de la población meta a partir de los 5 años de edad tiene una dosis de la vacuna, 76.6% dos dosis, y 46.4% posee refuerzo.

El Minsa comenzó a aplicar la primera dosis de refuerzo a la población de los 16 años en adelante en diciembre de 2021.

Subrayó que por los datos que se tienen hasta el momento se ha visto la necesidad de un segundo refuerzo. No tenemos certeza de cuántas dosis serán necesarias, es un proceso en construcción, acotó.

A juicio de la científica, si Panamá toma una decisión sobre la cuarta dosis (segunda de refuerzo) será con las mismas o similares indicaciones impartidas por las agencias regulatorias, como lo han tratado de hacer en las discusiones anteriores sobre la vacunación.

Torres Atencio detalló que científicos de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH) han iniciado un ensayo clínico fase dos, que evalúa varias vacunas de refuerzo adicionales de Covid-19 y comenzado a inscribir a participantes adultos en ese país, con el objetivo de comprender si los diferentes regímenes de vacunación pueden ampliar las respuestas inmunitarias en adultos que ya han recibido una serie de vacunación primaria y una primera inyección de refuerzo.

El estudio, conocido como ensayo Covid-19 Variant Immunologic Landscape (Covail), está patrocinado por el Instituto Nacional de Alergia y Enfermedades Infecciosas (Niaid, por sus siglas en inglés), que forma parte de los Institutos Nacionales de Salud.

En ese sentido, el infectólogo, pediatra e investigador clínico Xavier Sáez-Llorens opinó que es conveniente definir o establecer por qué ahora se dice que la tercera dosis debió ser parte del esquema inicial o primario. “Hay expertos que piensan que el esquema ideal debería ser de tres dosis, especialmente para la población más adulta o con alguna importante comorbilidad de fondo (obesidad, diabetes, enfermedad cardiovascular o cerebral, etc.) y de cuatro dosis para las personas inmunosuprimidas (cáncer, enfermedad autoinmune, uso prolongado de esteroides), indicó.

Los refuerzos, como pasa en muchas otras infecciones inmunoprevenibles, se aplican meses o años después, cuando empiezan a disminuir los anticuerpos presentes en la sangre y hay riesgo de brotes porque la infección circula de manera endémica en el país o el individuo viaja a un lugar donde el virus se propague activamente.

Sáez-Llorens subrayó que como el SARS-CoV-2 es un microbio no conocido hasta ahora, el calendario de vacunación óptimo se está tratando de diseñar sobre la marcha.

Los científicos coinciden en que Panamá debe definir su propia estrategia, basándose en los datos publicados internacionalmente, las recomendaciones de agencias científicas de prestigio y la casuística que se vaya generando localmente.

Por ejemplo, Chile inició ayer –en plena ola de contagios que supera los 30 mil casos por día– la aplicación de la cuarta dosis, aunque solo en mayores de 55 años.

La cuarta dosis ya había comenzado a ser administrada en ese país desde el 10 de enero a personas inmunocomprometidas, personal sanitario y ancianos en asilos.


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