El proceso de enseñanza-aprendizaje a distancia promovido por el Ministerio de Educación (Meduca) desde el pasado 20 de julio –por la aparición de la pandemia Covid-19– lanzó un reto para los docentes, los padres de familia y los estudiantes.
Hoy, más que nunca, el interés que cada uno de estos actores del sector educativo oficial ponga en lograr su objetivo hará la diferencia en la recién estrenada modalidad de atender a unos 800 mil estudiantes del país.
Elsie Ducreux es una maestra de inglés de 25 años, que trabaja en el Centro Educativo Jornadal, área de difícil acceso del distrito de Capira, provincia de Panamá Oeste.
Ducreux, quien forma parte de la organización no gubernamental Enseña por Panamá, explicó que en esta escuela hay unos 50 estudiantes que no cuentan con radios o televisores para poder seguir las clases, por lo que a los estudiantes les toca guiarse por los cuadernillos o guías que está impartiendo el Meduca para atender a estos estudiantes.
No obstante, como está consciente de que es un idioma nuevo para ellos, adecua el contenido para que sea más comprensible y lo relaciona con las vivencias diarias de los estudiantes en su comunidad, entre otros métodos de abordaje que usa para captar su interés.
En este afán, Ducreux, por ejemplo, le coloca la palabra en inglés, la imagen y hasta le escribe la forma de pronunciarla. Asegura que la forma en que lo hace le permite a sus estudiantes poder seguir las clases en casos de que estén en lugares donde tienen acceso a la televisión o la radio.
Otra que afronta con valentía el cambio, a pesar de las dificultades, es Blanca Martínez, madre de cuatro niños que cursan estudios en la provincia de Veraguas, y que debido a la pandemia se trasladaron a la comarca Ngäbe Buglé.
Martínez expresó que para que sus hijos se puedan conectar al conocimiento les toca caminar hasta una hora para buscar señal de telefonía móvil (celular), ya que no cuentan con internet.
La Autoridad Nacional para la Innovación Gubernamental informó, recientemente, que 71 mil nuevas personas tienen acceso a la red de internet en áreas de difícil acceso, y que para el próximo año la entidad tiene planificado llevar esa cifra hasta las 160 mil personas.