El infectólogo Néstor Sosa, exdirector del Instituto Gorgas, pudo haberlo dicho más alto, pero no más claro: “vamos a salir de esta, pero este no será el único virus y debemos tener un buen sistema de salud y de ciencia”.
Sosa, jefe de la División de Enfermedades Infecciosas del Departamento de Medicina en el Hospital de la Universidad de Nuevo México, Estados Unidos, fue el invitado de Café con La Prensa, celebrado ayer por primera vez de forma virtual.
A su juicio, es importante dar suficiente presupuesto a las instituciones de salud y científicas que hoy luchan contra el mortal coronavirus.
Un objetivo que Panamá parece estar lejos de lograr. Por ejemplo, el Gorgas solicitó para este año un presupuesto de $46 millones, pero le aprobaron $19 millones. En cambio, la Asamblea Nacional recibió $99 millones de presupuesto para 2020.
Por otro lado, Sosa informó que en Estados Unidos realizan estudios con plasma para comprobar si los anticuerpos de pacientes curados del Covid-19 pueden ayudar a combatir el virus.
Desde la óptica del investigador, posiblemente habrán rebrotes del virus para los cuales hay que estar preparados, y será necesario una nueva cultura de salud, tanto en empresas como en los hogares.
‘Hay que prepararse porque vendrán más virus’
Por primera vez, Café con La Prensa, se lleva a cabo a través de una plataforma virtual: Zoom. El invitado fue el médico infectólogo Néstor Sosa, exdirector del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud.
Actualmente, Sosa reside en Estados Unidos, donde ejerce como profesor y jefe de la División de Enfermedades Infecciosas del Departamento de Medicina Interna en el Hospital de la Universidad Nuevo México. También es asesor científico del mapeo de fiebre amarilla de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Ginebra, Suiza.
Una de las primeras conclusiones a las que llegó es que esta pandemia es la más importante de los últimos 100 años. De hecho, afirmó que no se había visto algo así desde 1918, cuando ocurrió la pandemia de gripe española.
Calificó el virus como muy contagioso, ya que una persona que lo porta puede contagiar hasta seis personas. Sin embargo, opinó que con las medidas de prevención que adoptan los gobiernos se disminuye en gran medida esa tasa de transmisibilidad.
En el caso de Panamá, consideró que desde comienzos de la epidemia se implementó una serie de medidas que ayudó a evitar la propagación del virus. “Hay que elogiar el trabajo que hizo el Gobierno al seguir la recomendación de los técnicos al pie de la letra, como cerrar escuelas y negocios. Eso evita tantos enfermos en un tiempo corto y el colapso del sistema de salud”, puntualizó.
En lo concerniente a la cantidad de pruebas que se aplican, Sosa subrayó que aunque sí es importante, no hay que obsesionarse con este tema, ya que en este tipo de pandemias, más allá del número de recuperados, lo que hay que evaluar es la capacidad del sistema sanitario para brindar respuesta a la población.
“Panamá, a pesar de ser un país pequeño, tiene un número significativo de casos diagnosticados. Un aspecto valioso, porque nos ayuda a saber en qué dirección vamos luego de las medidas de cuarentena para aplanar la curva de casos. Eso pareciera que va a pasar en Panamá en lo próximo días [aplanar la curva], pero no hay que relajar las medidas”, explicó el experto.
Los rebrotes
Para Sosa, lo más probable es que los grupos sociales serán vulnerables a un rebrote después de que pase la parte más crítica de la pandemia, a menos que se desarrolle una vacuna. “No al nivel que estamos ahora, pero si habrá”, dijo.
En cuanto a la letalidad del virus, sostuvo que en Panamá es similar a la de la mayoría de los países del mundo (2.5%). Destacó excepciones, como las registradas en Italia, del 10%, y en España, de 8%. La de Panamá, afirmó, es muy parecida a la registrada China.
El futuro
De acuerdo con Sosa, al menos durante un año habrá que mantener medidas sanitarias para evitar rebrotes. “Las cosas no serán iguales hasta que tengamos una vacuna o se mantenga bajo control la infección”, añadió.
Entre estas medidas, citó el uso de mascarillas en público, la aplicación de gel alcoholado y evitar concentraciones, mientras que los lugares de trabajo deberán utilizar plataformas tecnológicas para que menos personas vayan a las oficinas.
“El levantamiento de la cuarentena tiene que darse cuando el número de casos nuevos haya disminuido drásticamente y no existan rebrotes. Habrá momentos en que Gobierno y autoridades de salud deban ponerse de acuerdo en cómo van a reactivar la actividad económica. Veremos a obreros con mascarillas o gel alcoholado para evitar riesgos de aumento de casos”, manifestó.
Para el científico, hay que hacer un plan de reapertura económica con mucha vigilancia epidemiológica.
En la recta final del Café con La Prensa, el médico detalló que en Estados Unidos harán campaña para la donación de plasma (sangre) y así investigar si hay anticuerpos que puedan ayudar en la lucha contra el coronavirus y ser una especie de antídoto. De hecho, recomendó a Panamá crear un banco de plasma como parte de un estudio científico, vigilado por las autoridades de salud.
El mensaje final del científico fue que se debe dotar de suficiente presupuestos a las entidades de salud e investigación para que preparen a científicos y otro personal que responda rápido y de manera eficaz ante próximas pandemias.
Sí, Sosa recordó que así como China, Panamá saldrá de esta crisis, pero después del Covid-19 vendrán nuevos virus y bacterias para los cuales el país tiene que estar preparado.
En Panamá, entidades que en estos momentos batallan contra el nuevo coronavirus, como el Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud, reciben bajos presupuestos anuales (19 millones de dólares para 2020), mientras que otras cuestionadas, como la Asamblea Nacional, recibe 99 millones de dólares para el mismo periodo fiscal.