INCONSECUENTE . En su cuenta de Twiter, la Contraloría publicó el siguiente mensaje: “Aunque la Declaración Jurada del Estado Patrimonial por ley es de carácter confidencial y NO se puede publicar en medios de comunicación, es una gran herramienta de transparencia a la que están llamados los cargos más importantes del Estado”, que luego modificó. Ahora queda claro, por qué pasa lo que que pasa y no pasan lo que deberían que pasar en la Contraloría. Definitivamente que el Contralor sabe a qué estaca amarra su caballo.
OTRO CUENTO. Y, hablando de transparencia, o más bien falta de ella, el Municipio de Panamá tiene un portal de datos abiertos para que los contribuyentes hagan consultas. Según la descripción del mismo, “la Alcaldía de Panamá presenta el Portal de Datos Abiertos, plataforma pública en la que puedes visualizar, consultar, analizar o descargar datos y aplicaciones web”. Esto fuera una maravillosa noticia sino fuera porque al intentar acceder sale un gran círculo rojo con una línea cruzada y la palabra Stop! En otras palabras, la plataforma no funciona.
MARIONETAS. La representante de Juan Díaz, Imelda Sucre, fue electa como presidenta del Consejo Municipal Capitalino. Según dicen, al igual que su antecesor, Sucre es aliada incondicional de su copartidario, José Luis Fábrega, por lo que los proyectos e iniciativas que presente el alcalde, por más locuras que parezcan, seguirán siendo aprobados de un plumazo. A esta gente se le ha olvidado aquello de los pesos y contrapesos del poder.
DISQUE ENFERMO El martes, mientras se realizaba una audiencia “de afectación de derechos” solicitada por los abogados de Martinelli, el expresidente compartía videos desde Taboga. En uno de ellos aparece operando una carretilla de raspa’o, actividad para la que se supone se necesita un permiso sanitario. Pero hace una semana escribía que no aguantaba el dolor y que tenía las caderas “gastadas”. Gastada está la paciencia de la población.