Tal Cual



PAN Y CIRCO. Sobre el enredo que se ha formado con el nuevo mercado del marisco, el edil de Don Bosco, Willy Bermúdez, le recordó al alcalde de la capital José Luis Fábrega que durante la administración pasada se hicieron estudios en los cuales se determinó la estructuración de los mercados municipales. Bermúdez dijo cosas como: “No puede ser un proyecto que se va a hacer por un capricho de un funcionario (...) Si el alcalde necesita que le enseñemos cómo desarrollar el modelo de ciudad que se necesita, con mucho gusto lo hacemos. Pero no nos gastemos la plata del pueblo de esta manera”. ¿Habrá quien le ponga el cascabel a este felino?

APOYO. Entre primos y parientes, la cosa en la Asamblea siempre es más caliente. Bien sea el chofer de $3 mil o la exmadrastra, de una forma o de otra se las arreglan para hacer que el trabajo legislativo opere en beneficio de sus intereses. Ayer, la exministra Alma Cortés salió en defensa de la pobre diputada Yanibel Ábrego e invocó la ley contra la violencia política de género. Solo faltó que le mandara un té frío.

JAPA. Por cierto que Yanibel Ábrego está de vuelta en Twitter, después que la red social desactivara su cuenta por actividad “sospechosa”. “Lo de tw fue solucionado co una verificación x sms…”, dijo Ábrego. Qué bueno. Pero hay otro montón de cosas que no ha “solucionado”: la planilla 080, el habeas data de la Corte, el primo con doble salario… Su lógica demuestra que sus intereses están puestos en resolver lo que le sucede a ella y no al país. “Tengo una casa en frente de la playa, una mansión y un maquinón… Tengo una bloquera, ando en mi loquera y cuando estoy pobre, le robo a cualquiera…”

NY. En Nueva York, Cortizo coincidió en el lobby del hotel con el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, muy criticado por acudir a la Asamblea de Naciones Unidas sin estar vacunado contra la Covid-19. De hecho, Bolsonaro fue avistado cenando una rebanada de pizza en plena calle, porque ningún restaurante quería recibirlo. Y cuando saludó a Cortizo, ni siquiera llevaba mascarilla. Hay que ver lo positivo del encuentro: es un gran avance que ya los presidentes de Panamá y Brasil no se sienten a hablar sobre cuál es el próximo negocio con Odebrecht.

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