BURLA. La Asamblea Nacional rechazó dos anteproyectos presentados por Conciencia Ciudadana para modificar el reglamento interno de ese órgano del Estado: uno, para evitar que los diputados se acojan a licencias por más de 30 días, y otro, para garantizar la participación ciudadana en las sesiones del pleno, virtuales o presenciales. La Asamblea respondió que los únicos que pueden realizar modificaciones a su reglamento interno son los diputados. Esto es el colmo. Ahora solo les falta investigarse ellos mismos.
RETO. Ya están habilitadas las mesas para recoger firmas y pedir el referendo de revocatoria del mandato de José Luis Fábrega. Aunque solo pueden firmar las personas inscritas en el padrón electoral del distrito de Panamá, hay 36 mesas repartidas en la provincia de Panamá, Penonomé, Santiago, Arraiján y Chitré. También, en la sede del Tribunal Electoral y en la página tribunalcontigo.com. Algunos no se andan con cuentos. A ver si los promotores de esta iniciativa corren con mejor suerte que los de la Constituyente.
VOTO. Jessica Canto, una de las abogadas del loco, es candidata a delegada… ¡del PRD! ¿Será que no cree en el proyecto político de su cliente? ¿O acaso no quiere ser parte de las peleas entre Alma y Camacho? Sería interesante saber realmente en que tinglado es que está.
MIERCOLITO. Reapareció la directora de la Lotería, Gloriela Del Río. Pero no para dar explicaciones por la orden de detención de quien fue su director de Operaciones, sino para pedir plata en la Asamblea. Ahí le fueron aprobados dos traslados por $783 mil. Parece que la buena suerte no se le ha acabado.
DESVERGÜENZA. El loco tiene el dudoso honor de ser noticia en España y El Salvador. En el primer país, por andar de vidajena con ayuda de la Guardia Civil y en El Salvador, por el extraño papel que tuvo el presidente Nayib Bukele en el plan de fuga puesto en marcha para favorecer a Menganito y Penderejo, en junio y julio de 2020. Bukele acogió a los retoños, a solicitud de su asesor Damián Merlo; 24 horas después de darles la bienvenida, Bukele ya estaba arrepentido. Fuchi fuchi.