Fuentes ligadas a las investigaciones sobre una trama de corrupción en la Lotería Nacional de Beneficencia (LNB) para quedarse con los billetes premiados advierten de que los tres exfuncionarios imputados por peculado eran parte de una red con conexiones con la alta dirección de la institución que presuntamente presionaba, a través de terceros o directamente, a los funcionarios para que se saltaran los protocolos.
La Fiscalía Anticorrupción apunta a que en varias agencias retenían los chances y billetes, esperaban a que jugara la lotería, extraían los billetes premiados y luego devolvían las libretas. La autorización o pases para cambiar libretas después de que jugaba la lotería las daba el agente (jefe de la sucursal) o el jefe de Operaciones, en este caso Franklin De Gracia Domínguez, uno de los imputados.
También están imputadas en este proceso la exjefa de Entregas, Yamilka Camarena Díaz, y la exjefa provincial de Panamá, Alejandra Bonilla. Todos tienen en común no solo que no pasan de los 30 años, sino que llegaron a trabajar allí después de que Gloriela Del Río asumió el cargo como directora de la LNB en julio de 2019, y que son activistas del Movimiento Liberal Republicano Nacionalista (Molirena), aliado del gobierno de Laurentino Cortizo.
Los fiscales Omar Jaén e Itzel Koo se basan en testimonios no solo de un testigo protegido, sino de funcionarios que fueron destituidos por Del Río, así como de servidores públicos que todavía laboran allí.
Uno de los testigos declaró a este diario que lo destituyeron cuando se negó a aceptar devoluciones sospechosas después de la hora del sorteo, a principios de 2020. Un mes después le llegó una carta de despido en la que Del Río alegaba “pérdida de confianza”. Cuenta que de esta forma rotaron o destituyeron a muchos funcionarios que sí hacían su trabajo.
Mostró su sorpresa de que ahora la LNB diga que colabora con las investigaciones, cuando el propio Ministerio Público ha señalado que la investigación nació el 17 de marzo de 2021, a raíz de una denuncia anónima, lo cual obligó a la entidad a constituirse en querellante.
Más bien alertó al Ministerio Público y a la Contraloría de una serie de rotaciones internas que se dieron justo antes de las detenciones de la semana pasada. Varios jefes han sido traslados, como es el caso de la agente responsable de El Dorado, que ahora está en San Miguelito, o el de Los Pinos, que lo enviaron a El Dorado.
Según la fuente, una de las claves de esta trama son las libretas que se devolvían sin números premiados, algo que empezó a ocurrir desde diciembre de 2019 y se mantuvo en varias agencias hasta que empezaron las investigaciones en marzo de 2021 o, incluso, hasta mayo de este año, cuando en los medios de comunicación reportaron las denuncias de anomalías. Las llamadas “compensanciones” aparecían en cero, lo cual, según la fuente, era algo inédito. “Qué casualidad que en esas libretas se vendían todos los premiados y a la Lotería solo le devolvían la basura”, dijo.
Hay que recordar, sin embargo, que desde marzo de 2020 hasta octubre de ese año, a raíz de la pandemia de la Covid-19, se suspendieron los sorteos.
Una pregunta importante, según este testigo, es por qué durante la gestión de Del Río ha habido tantos afortunados, algo que antes no ocurría con tanta frecuencia. Puso como ejemplo que el Gordito, que paga poco más de un millón de dólares, tuvo un ganador en octubre de 2019, en diciembre de 2019, en febrero de 2020 y abril de 2021.
La entrega de al menos uno de esos premios fue investigada por la Contraloría, dirigida por Gerardo Solís. La conclusión de esta entidad, que forma parte de la junta directiva de la LNB y tiene auditores en las agencias, fue que el proceso de cancelación, entrega, venta, devolución y pagos del paquete en el que se encontraba el billete N° 7606 de abril de 2020 “cumplió con el Manual de Procedimientos vigente en la Lotería”.