Patrick Crusius no iba solo: el odio y el racismo, que al parecer caminan a sus anchas por Estados Unidos, lo acompañaron el sábado cuando, en un centro comercial en El Paso, Texas, descargó las balas de un fusil AK-47 sobre 20 inocentes personas. “Mi objetivo era matar al mayor número de mexicanos posible”, declaró luego de ser detenido. Seis de las 20 víctimas eran mexicanos.
Crusius, de apenas 21 años de edad, escribió en un manifiesto que el ataque “es una respuesta a la invasión hispana de Texas”. Sostuvo que estaba “defendiendo” a su país “del reemplazo cultural y étnico provocado por una invasión”.
Uso de armas en Estados Unidos
La matanza no fue peor porque, según confesó con anterioridad al ataque, el rifle AK-47 que eligió “no estaba diseñado para disparar rápidamente, por lo que se sobrecalienta mucho después de que se disparan unos 100 tiros en sucesión rápida”. Para contrarrestar este inconveniente, afirmó que usaría un guante resistente al calor. Ayer, los fiscales a cargo del caso dijeron que para él pedirán la pena de muerte.
Más matanzas
Este domingo, cuando aún en El Paso, Texas, no se había disipado el olor a pólvora, en Dayton, estado de Ohio, un hombre abrió fuego en plena calle contra todo lo que estaba a su alrededor, matando a nueve personas, entre ellas a tres mexicanos, y dejando heridas a otras 26. El individuo fue abatido por la Policía.
“No hay razones o excusas que justifiquen matar a personas inocentes”, terció en Twitter el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
El mandatario fue acusado por el precandidato demócrata y excongresista Beto O’Rourke de incitar el odio, cambiando “el carácter de este país” y llevándolo “a la violencia”.
Con estos dos ataques, Estados Unidos ha sufrido ya 251 tiroteos masivos, precisa la oenegé Gun Violence Archive, que los califica así cuando hay al menos cuatro víctimas. El martes, dos personas murieron y un policía resultó herido en otra tienda Walmart en Misisipi, mientras que el domingo pasado un hombre mató a tres personas, incluido un niño de seis años, en un festival gastronómico en Gilroy, California, al sur de San Francisco.
(Con información de AFP, El Mundo)