Todo trabajo tiene su riesgo, pero cuando cae la noche este puede aumentar.
Uno de los oficios que más peligros conlleva es el de despachador de combustible, blanco fácil de los dueños de lo ajeno.
Fuentes policiales informaron que en el distrito capital se han registrado 10 asaltos a estaciones de gasolina en lo que va del año.
El último del que se tiene constancia fue en la estación Delta, ubicada entre la avenida Nicanor de Obarrio (calle 50) y vía Israel, donde dos sujetos, aprovechando que el área se encontraba despejada, encañonaron a los trabajadores, despojándolos del dinero de la venta de combustible.
Fernando Rivera, jefe del puesto de la Policía Nacional en Bella Vista, informó que desde hace dos meses no se daban este tipo de asaltos.
Descarta que se trate de posibles bandas delincuenciales, puesto que dos grupos de asaltantes –cuatro personas en dos motocicletas– fueron capturados entre julio y agosto de 2014 y se encuentran a órdenes de las autoridades judiciales.
“De lo que nos pudimos percatar es de que estos dos grupos operaban de forma individual en la urbe de Panamá; no atacaban aquellas gasolineras que tenían el sistema de autoservicio, sino en [aquellas] donde los despachadores y quienes manejan el dinero se encuentran expuestos en el área de trabajo”, manifestó.
Modus operandi
Los asaltantes llegaban en motocicletas a las gasolineras, por lo regular después de las 9:30 de la noche.
El sujeto de la parte trasera se bajaba para encañonar al despachador que administra el dinero y a los clientes que en ese momento buscaban combustible. Luego se daban a la fuga.
Testimonios
Juan*, empleado de una gasolinera ubicada en la avenida Nicanor de Obarrio, cuenta que cuando el sector se encuentra solitario comienza a tener recelo por cada carro o tipo de transporte que llega al local en busca de combustible.
Y tanto él como sus compañeros, responsables del dinero de las ventas, han sido víctimas de estos asaltos a mano armada en horas de la noche.
Pero los asaltantes no se limitan a despojar a los despachadores. Los clientes de estos negocios también han sido víctimas.
Rubén* es uno de ellos y recuerda hasta el sol de hoy esa mala experiencia, pese a que sucedió hace cuatro años, cuando fue víctima de un asalto en una estación de gasolina ubicada en Villa Lorena.
Comentó que al salir de su trabajo, rumbo a su casa, paró a comprar gasolina en el automóvil adquirido por él hacía apenas un mes. Eran las 8:30 de la noche. Se bajó del vehículo –porque era una gasolinera de autoservicio– y de pronto, cuando terminaba de llenar el tanque, notó el movimiento sospechoso de dos sujetos.
Uno de ellos se abalanzó de frente y cuando trató de moverse hacia el lado contrario para entrar al carro, Rubén tenía ya al otro sujeto encima, apuntándole con un arma de fuego. Los delincuentes le quitaron la llave del carro y se marcharon. Para fortuna de Rubén, no sufrió ninguna herida.
Tres días después ubicó su vehículo en La Chorrera con señales de choques y agujeros de bala, porque según las autoridades había sido utilizado para asaltar un camión blindado.
Desde entonces, cuando Rubén busca gasolina, siempre observa el entorno antes de estacionarse para no pasar otro trago amargo.
Recomendaciones
En caso de este tipo de asaltos las autoridades aconsejan a despachadores, clientes y público en general no oponer resistencia para evitar agresiones.
A los empleados de las estaciones se les sugiere no manejar mucho dinero durante su turno de trabajo.
A los dueños de las gasolineras, se les aconseja instalar sistemas de videovigilancia en los locales y mantener comunicación regular con la Policía.
A los clientes se les pide frecuentar gasolineras localizadas en sitios céntricos, así como evitar sacar dinero u objetos de valor en las estaciones.
*Los nombres fueron cambiados por razones de seguridad.
Las estaciones de gasolina no son los únicos blancos fáciles de las bandas delincuenciales que azotan el país.
Los restaurantes también se han convertido en los lugares favoritos de los asaltantes.
Fuentes de la Policía Nacional informan que en agosto se perpetraron 11 robos a restaurantes del distrito capital.
A diferencia de los asaltos a las gasolineras en que los robos se realizan al azar, es decir los delincuentes transitan por las avenidas en busca de estaciones que no tienen mucha clientela a ciertas horas de la noche, las investigaciones de la Policía permitieron comprobar en el caso de los restaurantes que las organizaciones criminales primero hacen trabajo de vigilancia sobre los blancos potenciales, en particular los fines de semana.
La Policía Nacional confirmó, además, que varios de los sospechosos de esas redes cuentan con un amplio prontuario criminal a cuestas.
