En Venezuela el poder real descansa sobre los militares, y Nicolás Maduro lo percibe, lo sabe.
El aparente hombre fuerte de esa nación sureña busca evitar a toda costa que estos se conviertan en el búmeran que dé al traste con la autocracia que comanda.
“O el imperio yanqui o la Venezuela chavista, ahí está el centro de la contradicción principal de esta época histórica”, los arengó ayer sábado en la Academia Militar, apelando al nacionalismo barato, usual en los dictadores.
Dijo que “un grupo de traidores” locales son las fichas que Washington mueve a su antojo para “conspirar” contra la que aún llama “revolución bolivariana”.
Pese a sus argumentos, el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Mike Pompeo, llamó ayer a los venezolanos a derrocarlo, señalando que “el momento de la transición es ahora”.
“Estados Unidos se mantiene firmemente con ustedes en su lucha por la libertad y la democracia”, añadió Pompeo en un video difundido en Twitter.
En otro mensaje anterior en Twitter, el jefe de la diplomacia estadounidense había denunciado la represión “sin límite” del régimen venezolano, al evocar la intervención de fuerzas de seguridad en una iglesia.
Un país rico que se hunde en la miseria
“Ustedes pueden restaurar un gobierno inclusivo y constitucional. Ustedes pueden crear el futuro, e incluso un futuro brillante [...] para Venezuela”, afirmó Pompeo.
Mientras, el presidente encargado, Juan Guaidó, llamó nuevamente a las fuerzas armadas a abandonar a Maduro.
Guaidó ha repetido que basta ganar a los militares para poner fin al mandato de Maduro, instalar un gobierno de transición y convocar a elecciones libres lo antes posible.
“Convoco a nuestra Fuerza Armada a posicionarse del lado de nuestra Constitución Nacional y de la transición pacífica para nuestra República. El momento de actuar es ahora”, dijo Guaidó en un documento que los adversarios del gobierno esperaban entregar a las tropas y que finalmente fue leído ante la negativa de los centinelas de recibir el escrito.
Cesar apoyo a Maduro
Opositores venezolanos difundieron ayer, frente a cuarteles, una proclama en la que Guaidó pide a los militares cesar su apoyo a Maduro.
Tras una fallida insurrección militar el pasado martes, pequeños grupos de manifestantes se acercaron a cuatro instalaciones en Caracas -custodiadas por uniformados- para entregar o leer el pregón.
Movilizaciones similares ocurrieron en otras regiones, según el equipo de Guaidó.
En Barquisimeto (noroeste) la Guardia Nacional dispersó con gases el avance de una marcha.
“Les pedimos a los militares que nos ayuden en el cese de la usurpación, que se unan al pueblo”, manifestó a la AFP Dina Alonso, desempleada, 53 años de edad, luego de que mujeres intentaran sin éxito que les recibieran el documento en el comando de la Guardia en Caracas.
Con megáfono, un grupo de personas lo leyó frente a la comandancia de la Armada, pero en la sede de la Guardia Presidencial ni siquiera fue posible, pues varias cuadras antes un militar lo recibió para quemarlo.

