El Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia inhabilitó ayer al expresidente Evo Morales a postularse al Senado, alegando que no cumple el requisito de “residencia permanente” en la jurisdicción del país que busca representar.
La inhabilitación también abarca a quien fuera su canciller, Diego Pary, y al líder de derecha Mario Cossío, dijo el titular del TSE, Salvador Romero.
Morales salió del país en noviembre de 2019 hacia México, tras dimitir en medio de protestas, y está refugiado en Argentina.
Un día antes, la fiscalía abrió un proceso penal contra el expresidente y sus más cercanos colaboradores por “fraude” en las anuladas elecciones de octubre.
El exgobernante y candidato presidencial Carlos Mesa solicitó la semana pasada que la fiscalía amplíe las investigaciones por delitos electorales a Morales, su exvicepresidente Álvaro García y sus exministros Juan Ramón Quintana (Presidencia), Héctor Arce (Justicia) y Carlos Romero (Gobierno), por considerar que “quedó inconclusa” la investigación contra seis miembros del antiguo TSE, cinco de los cuales están en la cárcel y uno con casa por cárcel.
Los delitos denunciados por Mesa son uso de documento falsificado, alteración y obstaculización de procesos electorales y ocultación de resultados.