El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, rechazó decir ayer si mantiene todavía su confianza en el fiscal general, Bill Barr, quien afirmó no haber constatado un fraude electoral a escala suficiente como para invalidar la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales.
Trump, que ha asegurado varias veces que sufrió un fraude en las elecciones del 3 de noviembre, criticó a Barr durante un breve intercambio con los periodistas en el Despacho Oval de la Casa Blanca. “Todavía no ha hecho nada (...) No han investigado mucho y, para ser honesto, es decepcionante”.
En este contexto, ¿mantiene Trump todavía su confianza en este ministro ultra-conservador que formó parte durante mucho tiempo de su círculo cercano?
“Pregúntenme dentro de algunas semanas”, respondió el magnate republicano, reiterando sus acusaciones de “fraude” electoral, sin aportar elementos concretos de prueba.
“Hasta la fecha, no hemos visto un fraude a una escala que pudiera haber cambiado el resultado de la elección”, dijo Barr el martes en entrevista con la agencia de noticias Associated Press.
Molesto, Trump ya había criticado el domingo al Departamento de Justicia y al FBI por no ayudarlo a demostrar las supuestas irregularidades. “Están desaparecidos”, dijo en Fox News.
Pero Barr, que encabeza el Departamento de Justicia, dijo en su entrevista que los fiscales federales y los agentes del FBI investigaron los reclamos recibidos, inclusive la afirmación de que las máquinas estaban programadas para sesgar los resultados, lo cual podría ser considerado un “fraude sistemático”.
Los departamentos de Seguridad Nacional y de Justicia “han investigado eso, y hasta ahora, no hemos visto nada que lo corrobore”, dijo Barr.
Trump ha interpuesto decenas de recursos ante la justicia que, en su mayoría, han sido rechazados o desestimados por los tribunales.
