El proyecto de ley 756 fue aprobado a velocidad de vértigo en la Asamblea Nacional (AN) antes del asueto de carnaval.
Este proyecto de ley –que permitiría la reelección indefinida de la actual rectora de la Universidad Autónoma de Chiriquí (Unachi), Etelvina Medianero de Bonagas– fue discutido en sesión permanente, con una escasa presencia de diputados, incluso, durante largos periodos de tiempo en los que no hubo el cuórum reglamentario.
Tras varios recesos en el pleno de la AN, la semana pasada se llamó a votación del proyecto de ley. Pero antes de ello, se convocó otro receso, de aproximadamente una hora. Según fuentes que lo confirmaron a La Prensa, para ese momento los diputados oficialistas no contaban con los votos necesarios para aprobar la iniciativa legislativa, razón por la que tuvieron que contactar a diputados de Cambio Democrático –que ya habían abandonado el hemiciclo legislativo– para que regresaran a votar.
Luego volvieron las imágenes de televisión del pleno, que transmite la AN. Entonces se pudo ver al diputado Raúl Pineda (PRD) –proponente del proyecto de ley– celebrando, ya que la rectora de la Unachi, Medianero de Bonagas, a pesar de los obstáculos, tendría la oportunidad de postularse para un tercer período –si el proyecto es sancionado por el Órgano Ejecutivo– como rectora en esa universidad, gracias al trabajo de los diputados oficialistas, que no solo votaron a favor del proyecto, sino que obtuvieron los votos decisivos de un partido que supuestamente les adversa: Cambio Democrático.
Lo del tercer debate fue mero trámite. Lo que sin duda fue así, ya que dos días después se fotografiaban –tras la aprobación del proyecto en tercer debate– Crispiano Adames (PRD), presidente de la AN, la diputada Alina González (PRD), así como el suplente de Pineda, Alexis Ayala, y de Benicio Robinson –presidente del PRD–, Rupilio Ábrego Santos (ver foto principal).
Nombramientos
La aprobación de este proyecto de ley va más allá del vínculo político. La Prensa pudo corroborar que el diputado Pineda –proponente del proyecto de ley– tiene una relación de amistad con la vicerrectora administrativa de la Unachi, Rosa Moreno, quien tiene a varias personas nombradas en esa universidad. Además, esta funcionaria es cercana colaboradora de la rectora Medianero de Bonagas, ya que una de sus tareas es firmar las contrataciones y documentos legales.
El tema de los nombramientos en la Unachi es muy polémico, dado que familias enteras están nombradas en esta universidad. Además, altas autoridades del Gobierno mantienen el pago por sus servicios como profesores de tiempo completo en la Unachi, pese a estar nombrados –también a tiempo completo– en otros cargos.
Es el caso del actual gobernador de la provincia de Chiriquí, Juan Carlos Muñoz, y el actual director de Descentralización y exalcalde de David, Francisco Vigil. Este último, luego de que La Prensa publicara que cobra como profesor sin trabajar en el cargo, solicitó a la Junta Representativa de la Facultad de Derecho de la Unachi la aprobación de una licencia sin sueldo, tema que se discutirá hoy, 3 de marzo. Se desconoce si el tema también incluye la devolución al Estado de los salarios que cobró como profesor de la Unachi –sin presentarse a trabajar– desde su nombramiento como director de Descentralización, a mediados de 2019, cargo que desempeña a tiempo completo también.
Y, como se dijo, el nepotismo es una práctica regular en la Unachi. La esposa de Vigil, Wanda Montenegro, es docente y administrativa de la mencionada universidad. Montenegro recibe un salario como profesora eventual en la extensión de la Unachi en Boquete, de $1,889. Pero también recibe salario como parte del personal administrativo asignado a la rectoría de la Unachi, que asciende a $1,714, lo que hace un total de $3,603.
A su vez, la hija de Vigil y Montenegro también está nombrada en la Unachi. Allí ocupa el cargo de jefa de almacén 2, con salario de $1,876 mensuales.
Estos nombramientos se suman a decenas más, con las mismas características y desde hace años atrás. Durante la gestión de Medianero de Bonagas, en 2017, el ahora exdiputado chiricano Juan Serrano presentó y logró la aprobación de un proyecto de ley en el que se equiparó a la Unachi con otras universidades del país. Coincidencia o no, una hija de Serrano aparece en la planilla de la Unachi como asistente administrativa 1 en la Vicerrectoría Administrativa –que maneja Rosa Moreno– con salario de $1,424.
‘La familia Unachi’
Y hay personal afín a la rectora de la Unachi que también tiene varios salarios e, incluso, a su familia nombrada en la Unachi. La subdirectora de Planificación de la Unachi, profesora regular titular de la extensión universitaria de la Unachi en Boquete, Iris Fuente, tiene salario de $4,282 cómo administrativa; $1,500 de sobresueldo y otros $2,146 como docente.
Su hijo, Juan José Fuente, está también nombrado en la Unachi como coordinador de Planes y Programas de la Unidad de Mantenimiento, con salario de $718.
El subsecretario general de la Unachi, Edgardo de la Torre, con salario de $6,392 y sobresueldo de $1,300, también comparte el lugar de trabajo con su hijo Edgardo A. De La Torre, asistente administrativo en la Facultad de Administración de Empresas y Contabilidad, con un salario de $1,393.
El Director de Finanzas de la Unachi, Humberto Arce, con salario de $6,392, y $1,400 de sobresueldo, tiene a su hijo José Alberto Arce Moreno como asistente administrativo en la Dirección de Tecnología de la Información, con salario $689.
La secretaria general de la Unachi, Blanca Ríos, con salario mensual de $8,463 y $1,500 de sobresueldo –para un total de $9,963 mensuales– comparte el lugar de trabajo con una hermana, nombrada como auditora interna de la institución, con salario de $3,062 mensuales y otros $800 de sobresueldo, para un total de $3,862.
También aparece en la planilla su sobrino Luis Trejos Ríos como analista de programas y proyectos de la Secretaría General, con salario de $1,785 mensuales.
Dudosos títulos
Muchas son las universidades nacionales e internacionales acreditadas, en las que los profesionales de la educación pueden desarrollar nuevos conocimientos para transmitirlos a las nuevas generaciones. Pero este no parece ser el objetivo de la rectoría de la Unachi ni de muchos de sus profesores que aspiran subir en el escalafón salarial y lograr aumentos a partir de títulos académicos superiores.
La Unachi mantiene un acuerdo con la Atlantic International University (AIU), universidad que en su página web aclara que no está avalada por los centros de acreditación de Estados Unidos.
“Atlantic International University no está acreditada por ninguna agencia acreditadora reconocida por la Secretaría de Educación de los Estados Unidos”, indica este centro de estudios.
Aclara, además, que la aprobación o no de los títulos de graduación de la universidad con las autoridades de cada país de origen no es responsabilidad de ellos: “En el caso de que algún alumno desee llevar a cabo trámites diversos en el Ministerio o Secretaría de Educación de su país con relación a su título universitario de AIU, se aclara que dichos trámites son totalmente individuales y que AIU no tiene responsabilidad alguna en ello”.
Este medio pudo conocer que la Unachi acepta de sus docentes diplomas de maestrías y doctorados expedidos por la AIU, con sede en Honolulú, Hawái. Esta última universidad ofrece a sus postulantes reconocer su experiencia como un equivalente a la actividad educacional.
Con este reconocimiento de experiencia, en vez de estudios académicos, es aceptado por la Unachi a los graduados de maestrías y doctorados de la AIU, con lo que obtienen aumentos en el escalafón salarial.
La página web de la AIU informa que su representación en Panamá es nada menos que Etelvina Medianero de Bonagas, la rectora de la Unachi, así como el director de Cooperación Internacional y socio fundador de la Universidad Iberoamericana de Panamá, José Del Carmen Rojas –quien gana $6,392, con sobresueldo de $1,000, para un total de $7,392 mensuales– universidad fundada por Medianero de Bonagas y manejada por su familia.
El contacto es un correo revelador: unachi@aiu.edu [Ver Facsímil].
Al ser contactada por La Prensa sobre este tema, Medianero de Bonagas respondió vía mensaje de texto -en mayúscula cerrada–: “Buenas tardes. No tengo ninguna representación ni nacional e internacional. Mi única representación es con la Unachi. Sepáreme de este tema, que le envío un documento formal después. Porque no estoy en la universidad. Gracias. Bendiciones”.
La AIU afirma en su página web que los centros de acreditación actuales trabajan con planes “obsoletos”. “Desafortunadamente, la gran mayoría de las agencias acreditadoras se adhieren y siguen procesos y requisitos obsoletos que han superado su utilidad y están en conflicto directo con la misión de la universidad, de ofrecer una educación superior única, dinámica, asequible y de calidad al estudiante no tradicional (aquel que debe trabajar, estudiar lo que realmente necesita para su progreso profesional, atender asuntos familiares, etc)”.
La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos señala en su información para consumidores que posibles estafas con títulos universitarios se pueden producir con centros educacionales no reconocidos por las autoridades de Estados Unidos.
Muchos de ellos afirman que ofrecen títulos con base en la “experiencia”, indica la Comisión. Además, recomienda verificar el nombre de las universidades en el sitio web del Departamento de Educación de Estados Unidos y en el Centro Nacional para las Estadísticas en Educación. En ninguno de los dos aparece la universidad que acredita los títulos universitarios de algunos de los docentes de la Unachi.