Unas 19 universidades particulares del país acogieron en 2018 a 67 mil 784 estudiantes, una cifra muy parecida a la matrícula total de la Universidad de Panamá.
El papel de las casas de estudio superior privadas ha cobrado mayor relevancia con el pasar de los años, al punto que cuentan con 58 sedes y ofrecen 637 carreras en todas las provincias.
Esta información fue publicada en el Diagnóstico 2018 de Productividad, Visibilidad e Impacto de las Universidades Particulares en Panamá, elaborado por el Instituto de Investigación de la Asociación de Universidades Particulares de Panamá (Auppa).
El informe indica que para su operación y funcionamiento, las 19 casas de estudio utilizaron un presupuesto total de $96.6 millones, un monto inferior al que el Estado destina a sus universidades, como la Universidad de Panamá y la Universidad Tecnológica.
El presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada, Julio De La Lastra, afirma que el país debe “apostar por la educación”, ya que es preocupante ver un gran porcentaje de la población joven desempleada. “El mensaje a los jóvenes es capacitarse”, dijo.
Manifestó, además, que el estudio proporciona valiosa información para adecuar las estrategias a las necesidades actuales y futuras del mercado, en términos de demanda de carreras y empleabilidad.
Universidades privadas muestran su peso en el país
Las universidades particulares están jugando un rol protagónico en la formación y preparación anual de miles de estudiantes del país. De eso da cuenta el Diagnóstico 2018 de Productividad, Visibilidad e Impacto de las Universidades Particulares en Panamá, elaborado por el Instituto de Investigación de la Asociación de Universidades Particulares de Panamá (Auppa).
Se trata de un estudio anual que realiza el Instituto de Investigación de Auppa y el de 2018 es el tercero que se efectúa de manera ininterrumpida en todo el país. En esta ocasión, participaron 19 universidades particulares, de un total de 22, y el objetivo es crear un registro anual del aporte que realizan las universidades del sector privado a la sociedad y al Estado.
El diagnóstico toma en cuenta aspectos como oferta académica, financiamiento, validación de la calidad, acreditaciones, certificaciones, infraestructuras, así como la investigación, innovación y el emprendimiento dentro de las casas de estudio superior.
Para comenzar, el informe precisa que la matrícula de las universidades particulares en 2018 fue de 67 mil 784 personas, reportando un leve incremento comparado con 2017, año en que se matricularon 67 mil 449. Del total de estudiantes de 2018, el 60% correspondió a mujeres y el 40%, a hombres.
El porcentaje de mujeres que se matriculó en educación superior particular se asemeja al de la educación superior oficial reportada para 2016 –más reciente disponible–, que fue de 60.2%.
Más mujeres se gradúan
Cuando se analiza la cifra de estudiantes graduados en 2018, en las universidades privadas hubo 13 mil 13, de los cuales el 64% fue mujeres, y el resto, hombres.
De acuerdo con el documento, aunque sigue incrementándose el porcentaje de mujeres que se gradúa de la universidad, esa realidad no está alineada con el número de contrataciones laborales de mujeres.
Y es que, de las contrataciones efectuadas en 2019 en el país, solo 30% fueron féminas, según registros del Ministerio de Trabajo y Desarrollo Laboral.
Diversidad académica
En cuanto a la oferta académica, las universidades privadas ofrecieron en 2018 unas 637 carreras, 14 o un 2% más que en 2017. Eso implicó, por un lado, una leve reducción de licenciaturas y, por el otro, un leve incremento de carreras técnicas, maestrías y doctorados.
Recurso económico
En el tema presupuestario, el diagnóstico detalla que en 2018 las 19 casas de estudio particulares utilizaron para su funcionamiento en total unos 96.6 millones de dólares, una cifra que representa 40% menos de lo que maneja la Universidad de Panamá –cuyo presupuesto es de 243.2 millones de dólares– y casi parecido al de la Universidad Tecnológica, que llega a los 100 millones de dólares.
Un hecho relevante en el sector privado es que muchos de los estudiantes acceden a becas. De hecho, en 2018 había 27 mil alumnos con ese beneficio, y el aporte anual para ese fin es de más de $5 millones. Eso incluye becas, descuentos, subsidios y auxilios económicos, dependiendo de la situación del universitario.
El campo de la investigación también es tomando en cuenta en el presupuesto de estas casas de estudio. Para ello destinan al año 1.6 millones de dólares, que se van entre salarios, honorarios, viajes y otros gastos.
Valoraciones
Para el presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (CoNEP), Julio De La Lastra, este informe permite apreciar el indudable aporte del sector universitario particular a la sociedad y el Estado panameño, a través de la formación del recurso humano, lo que consideró una pieza clave para evaluar la productividad y competitividad del país.
“El estudio adicionalmente proporciona una valiosa información para adecuar las estrategias a las necesidades actuales y futuras del mercado, en términos de demanda de carreras y empleabilidad”, puntualizó.
De La Lastra aprovechó para hacer un llamado a “apostar por la educación”, ya que, afirma, de lo contrario no se contará con empleos dignos.
“Es preocupante ver un gran porcentaje de la población joven desempleada, y el mensaje a los jóvenes es estudiar y capacitarnos, mientras que el Estado debe dinamizar la generación de nuevos empleos”, añadió.
La presidenta de Auppa, Adriana Angarita, manifestó que este informe puede encaminar al país y al sistema educativo a tomar decisiones basadas en datos, una prioridad que las universidades privadas asumen dando el primer paso, y generando una cultura de compartir información como un medio de crecimiento para el país.
“El desarrollo de la nación como principal opción es el enfoque que tienen las universidades privadas. Convocamos a todos los actores claves para fortalecer este diagnóstico, tal como se ha venido haciendo durante tres años seguidos, y esperamos contar con el apoyo del sector productivo para hacer esto una práctica constante, concluyó Angarita, quien también es rectora de la Universidad del Istmo.
La académica también resaltó que como país se debe trabajar en la “empleabilidad juvenil”, debido a que les preocupa el desempleo en este sector de la población. “Hay que trabajar en la formación de los jóvenes de la mano del Ministerio de Educación y mejorar la formación del docente en términos generales”, agregó.
Entre las carreras que está demandando el sector productivo de Panamá, la rectora de la Universidad del Istmo precisó que hay oportunidades interesantes en las áreas marítima y de logística.
Estadísticas de la Auppa indican que un estudiante puede estar costando a una casa de estudios particular cerca de 5 mil dólares anuales.