El sistema educativo tiene el gran desafío, antes de que culmine el año escolar, de retener e integrar a unos 205 mil estudiantes que comenzaron clases virtuales en julio y ahora no se conectan, o aquellos que nunca se integraron a la nueva modalidad de enseñanza a distancia.
Nivia Roxana Castrellón, representante principal del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) ante el Consejo Permanente Multisectorial para la implementación del Compromiso Nacional por la Educación (Copeme), subrayó que para alcanzar este objetivo se deberá conformar una alianza entre entidades, empresa privada, oenegés, sindicatos, Iglesia, clubes cíviles y autoridades locales.
Para Castrellón, el principal reto pasa por la desigualdad que hay en el tema de conectividad y acceso a internet, el cual ha sido más evidente durante la pandemia que originó la Covid-19.
Datos estadísticos sustentan lo planteado por la especialista en el tema educativo. Por ejemplo, un informe del Centro de Investigación Educativa de Panamá precisa que siete de cada 10 estudiantes de escuelas públicas no cuentan con un computador en su hogar, y cuatro de cada 10 estudiantes del mismo sector escolar no poseen internet en su vivienda. Estos datos se agravan cuando se trata de áreas rurales o indígenas.
“Como país podemos retroceder si no hacemos lo necesario para conectarnos con tecnología”.
Nivia Roxana Castrellón, representante de Conep
Tal es el caso de la comarca Ngäbe Buglé y la comarca Emberá, donde el 96% y el 98% de los estudiantes de escuelas oficiales no tienen un computador en su hogar, respectivamente.
Ante este escenario, desde abril Copeme viene entregando varios protocolos al Ministerio de Educación (Meduca), los cuales son una hoja de ruta para afrontar temas como la falta de conectividad o establecer medidas de bioseguridad en los centros escolares del país.
Uno de los protocolos señala que Panamá, a pesar de tener un ancho de banda importante, todavía no aprovecha esa disponibilidad, como lo hacen urbes como Nueva York, en Estados Unidos, o Londres, en Inglaterra.
Eso garantizaría y fortalecería la equiparación de oportunidades de aprendizaje, a través de las tecnologías de la comunicación y de la información.
“Lograr mejorar la capacidad instalada, ayudaría a estudiantes, educadores, administrativos y al propio sistema educativo, a adquirir capacidades y competencias necesarias para la educación en el siglo XXI. El potencial de alcance a través de la tecnología disminuiría la brecha de desigualdad y falta de equidad que caracteriza al sistema educativo panameño”, señala Copeme en su protocolo.
Este proceso de mejorar la conexión a internet, según Copeme, también pasa por acuerdos con las empresas proveedoras del servicio de internet y telefonía móvil, así como alianzas con oenegés relacionadas con el tema tecnológico.
Otro de los protocolos que presentó Copeme al Meduca fue sobre bioseguridad, ya que el reinicio de clases de forma presencial puede implicar el tener que enfrentar riesgos, resultado de un rebrote de la pandemia, con una interrupción parcial o total del año lectivo.
Por ello, sugirieron a la entidad educativa vacunación contra la influenza, implementación del distanciamiento social y medidas de higiene y salud integral escolar; además de dotar de agua todas las escuelas.
Los desafíos
Para la representante de Conep en Copeme, actualmente hay temas en el sistema educativo –como conectividad, bioseguridad y deserción escolar– a los que se debe prestar mucha atención en medio de la pandemia. En palabras de Castrellón, hay 205 mil estudiantes que iniciaron clases virtuales y ahora no se conectan, o los que nunca se conectaron en julio, cuando arrancó la modalidad a la distancia.
“Eso es algo que como país no nos debemos permitir, porque eso tiene un impacto permanente en niños y adolescentes. Como país podemos retroceder si no hacemos lo necesario para conectarnos a través de tecnología”, puntualizó.
Uno de los puntos que más inquieta a la miembro de Copeme es que estos 205 mil estudiantes representan el 5% de la población nacional, y se desconoce cuál podría ser el efecto de esta situación dentro de 10 y 15 años.
“Esta advertencia tiene que ver con inclusión, pobreza multidimensional, acceso a internet y acceso a educación. Queremos una articulación a nivel de comunidad educativa, para que se haga frente a la deserción, retención y la reinserción de estos alumnos”, dijo.
De acuerdo con los especialistas, a este tema de la falta de internet en los hogares hay que agregar que antes del inicio de la pandemia el país ya enfrentaba un problema de abandono escolar. Al año, unos 12 mil 500 estudiantes dejaban las aulas de clases, y dentro de ellos el 29.6% de los desertores eran del nivel primario; el 46.6%, de premedia; y 23.8%, de media.
Propuesta y alcance
La ministra de Educación, Maruja Gorday de Villalobos, manifestó en la Asamblea Nacional que enviaron ayer una propuesta al Ministerio de Salud, en la que están solicitando la reapertura de las escuelas para el personal directivo y administrativo, para una serie de trámites que se requieren por cierre de año.
“Podrían ser entre dos y tres días a la semana y que las escuelas tengan agua, para garantizar la salud de las personas. Eso pudiera estar para la semana del 12 de octubre”, detalló la ministra.
Por otra parte, cifras del Meduca indican que hasta agosto un 78.8% de los centros educativos del país estaban activos, lo que representa unas 2 mil 450 escuelas de las 3 mil 179 existentes con la modalidad a distancia: lecciones por radio y televisión, plataformas tecnológicas y materiales impresos. A su vez, unos 524 mil 719 estudiantes están conectados con 36 mil 24 docentes. En el país hay unos 800 mil alumnos en colegios oficiales.