Listas proporcionadas por políticos, uso de carros de juntas comunales para movilizar gente, y escuelas que no estaban en el plan ponen a tambalear la transparencia del proceso de vacunación para disminuir los contagios de la Covid-19 en el país. Así como en Argentina, en Panamá también se podría estar generando una etapa de “vacunación VIP” para favorecer a personas allegadas a pesos pesados del oficialista Partido Revolucionario Democrático (PRD).
Por ahora, públicamente se conocen dos casos: los de familiares del presidente de la Asamblea Nacional, Marcos Castillero, escándalo que sacó a la luz el medio digital Foco, y las irregularidades detectadas en Veraguas el pasado domingo, incidentes que le costaron el puesto al director regional de Salud de esa provincia, Ovidio Mendoza.
Escándalo en Veraguas
Una enfermera que forma parte del proceso de vacunación en Veraguas, y quien solicitó el anonimato, narró a La Prensa que el pasado domingo, cuando “las vacunadoras” llegaron al “depósito biológico regional”, lugar desde donde se administran las dosis en esa provincia, “ya las vacunas estaban servidas”.
Salieron con los termos sin que se les explicara por qué había que vacunar a mayores de 60 años, sino estaban en la fase uno. “¿Qué pasó?” aquí, se preguntaron algunas. Las distribuyeron en dos grupos: uno fue enviado a la escuela La Primavera, y otro al corregimiento de San Martín.
“No teníamos por qué tener puestos de vacuna porque se supone que nosotras en la fase uno tenemos que vacunar a los funcionarios de primera línea, luego a los otros funcionarios de salud, a los pacientes encamados. Cada centro de salud sabe cuál es la población de encamados. También tenemos la lista de los discapacitados”, aseguró.
Cuando llegaron a los puestos ya había una fila de gente esperando. Se había filtrado la información. Pero había una lista VIP: las que presentaban representantes de corregimientos, quienes, incluso, transportaban gente en carros de las juntas comunal. Entre ellos el perredista Carlos Caly Ruiz, quien habría aprovechado para que vacunaran a su papá. Este medio llamó a Ruiz cuatro veces para consultar su versión, y no respondió. Tampoco contestó los mensajes enviados. En esa lista también se menciona a un empresario, padre de la suplente del diputado perredista Luis Cruz.
La Prensa llamó a Cruz y este aseguró no haber estado en el área y negó usar influencias para vacunar a allegados. “No he hecho lista ni he participado en la logística de las vacunas”, dijo. “Mi mamá tiene 80 años, hipertensa, diabética, encamada y ha tenido 5 eventos de isquemia cerebral, y aún no la han vacunado”, manifestó.
Al día siguiente el ahora destituido director de salud de la zona aseguró que se trataba de aproximadamente 80 dosis que habían sobrado, y que se pidió la ayuda de las juntas comunales “porque ellos son los que conocen dónde está la gente”. Ese mismo día la diputada de Cambio Democrático Fátima Agrazal encaró al ministro de Salud, Luis Francisco Sucre, por ese tema en la Comisión de Presupuesto. ¿Cómo sacaron el listado para vacunar en la escuela La Primavera?, preguntó. Ese día Sucre prometió sanciones. El anuncio de que Mendoza había sido destituido se generó el pasado martes.
Castillero
Blanca Guerra Castillero, prima de Marcos Castillero; Nayibeth Sánchez, su cuñada; e Ilsa Castillero, su tía, fueron vacunadas entre el 21 y el 22 de febrero.
En un comunicado el presidente del Legislativo aseguró que el proceso fue “siguiendo el estricto protocolo que se está llevando a cabo desde el Ministerio de Salud (Minsa)”. Dijo que una pertenece al grupo de riesgo, otra es colaboradora del Minsa y otra es una “trabajadora de Saneamiento de la Bahía”.
Sánchez y Guerra Castillero aparecen en la planilla del Minsa. La primera es “administradora” y devenga $3 mil 500 por mes. Guerra Castillero es oficinista desde el 4 de enero de 2021 y gana $3 mil mensuales. Pero las dos funcionarias no están en la primera línea de atención, personal que puede ser vacunado en la primera fase.
Tampoco se explica cómo es que la tía mayor de 60 años recibió la dosis si ese grupo será vacunado a partir del 4 de marzo. A menos que esté dentro de los encamados, quienes sí entran en la fase uno. Sin embargo ese detalle no lo brindó Castillero. Y las autoridades del Minsa no se ponen de acuerdo sobre el tema.
Mientras la viceministra Ivette Berrío asegura que “hay que averiguar las causas por las cuales estas personas fueron vacunadas por respeto al equipo PanavacC-19”, la ministra consejera Eyra Ruiz, lo justifica. Aseguró que los trabajadores de Saneamiento de la Bahía pertenecen al Minsa, y por ende fueron vacunados.