El administrador del Canal de Panamá, Ricaurte Vásquez, anticipó ayer que debido a la crisis generada por la pandemia del nuevo coronavirus “pueden haber muchas presiones para que el Canal asuma roles que no son parte de su mandato”.
Durante su participación en el foro Café con La Prensa, Vásquez solicitó al país, en general, que defienda la institucionalidad de la vía acuática y que confíen en el trabajo de la administración, la junta directiva y los 9 mil 600 trabajadores.
Reconoció que el Canal no se puede desvincular de la realidad económica que se enfrenta con la pandemia, pero “es muy difícil manejar el Canal si al final del día queda como el único elemento donde todo el mundo cree que tiene la capacidad de resolver problemas”.
Tras ser consultado sobre las presiones políticas, Vásquez recalcó que “nosotros no queremos ver el Canal de Panamá como una PDVSA, con el respeto a esa institución, pero no nos queremos ver allí”, al referirse a la empresa estatal controlada por el régimen del presidente venezolano Nicolás Maduro.
Lo que se tiene que hacer es que todo el país, sector privado y Gobierno, enfrente la nueva realidad para reinventarse, indicó Vásquez y agregó que el Canal también se va a tener que reinventar en la forma de atender a los clientes y hacer negocios.
Una de las formas de ayudar a la economía es el desarrollo del plan de inversiones por más de $2 mil millones para encontrar nuevas fuentes de agua, obra que se convertirá en la segunda más importante durante la administración panameña, luego de la ampliación.
Añadió que se está tratando de acelerar el programa de inversiones que tiene contenido local, porque de esa manera se asegura que la fuerza de trabajo siga generando valor agregado para el Canal y el país.