Contradicciones, y la gravedad de los delitos, fueron dos de los aspectos que tomó en cuenta la jueza de garantías Diana García, para validar la imputación y ordenar detención del exgobernador de Guna Yala Erick Martelo y del conductor Rogelio Alba, este último, funcionario del Ministerio de Gobierno.
Esto, luego de que agentes de la Policía Nacional los sorprendiera con 79 paquetes de cocaína en el carro donde se transportaban: una camioneta Hyundai Santa Fe, de color gris, que se ha convertido en pieza lave para el desarrollo de las pesquisas, pues fue modificado con un sistema poco usual para ocultar la droga.
En la audiencia de imputación, celebrada el pasado miércoles, la fiscal de drogas Acelys Cárdenas detalló que cuando los agentes revisaron el maletero de la camioneta hallaron tres tucas de madera, lo cual les pareció sospechoso. Enseguida levantaron la alfombra y detectaron una placa de metal con dos bisagras, que no forman parte la estructura original del carro.
Al abrir ese compartimiento, los agentes no encontraron nada, pero sí vieron un cable que se enlazaba con los asientos delanteros. Al tirar del cable, las butacas se desplazaron hacia atrás y quedó expuesto otro depósito, donde estaba el alijo.
Los dos procesados expresaron distintas versiones sobre su relación con el vehículo. Valentín Jaén, abogado de Martelo, sustentó que este actuó “de buena fe” al subir al carro. Y Marta Lucía Restrepo, defensora de Alba, indicó que su cliente “es un subordinado” y cumplía con su función de conducir, y que ese día acompañaba a su superior (Martelo) a entregar bonos solidarios.
¿De quién es el carro? Este es uno de los elementos que busca esclarecer la fiscalía, pues en marzo pasado fue traspasado a nombre de una persona extranjera. La fiscal no descartó que esté vinculado con alguna organización al servicio del crimen.
