La Oficina de Derechos Humanos de Naciones Unidas y la Comisión Interamericana de Derechos Humanos lo habían advertido: si la pandemia penetraba las cárceles su propagación sería difícil de frenar.
Y eso es precisamente lo que ha ocurrido en el Centro Femenino de Rehabilitación Cecilia Orillac de Chiari (Cefere). 87 de las privadas de libertad han dado positivas de la Covid-19. 34 de ellas fueron trasladadas a un hotel hospital para mantenerlas bajo observación, confirmó el jefe de asesoría legal de la Defensoría del Pueblo, Mitchell Jarquin.
Si se toma en cuenta la población penitenciaria a marzo de 2020 en el Cefere (653), el impacto de la enfermedad en este centro sería del 13.3%. Ello sin considerar las últimas rebajas de pena. Es decir, que el porcentaje podría ser, incluso, mayor.
Para tener una idea la magnitud, en todo el país se han dado un poco más de 7 mil 700 casos positivos, lo que no representa ni el 0.2% del total de la población de 4.1 millones.
Jarquin relató que la Defensoría hace visitas diarias al Cefere para garantizar que las reclusas reciban atención médica y que les entreguen artículos de limpieza que les permitan minimizar la posibilidad del contagio.
En cuanto a la cárcel de Nueva Esperanza en Colón, se reportó que algunos reclusos se resisten a recibir sus alimentos para exigir que se le concedan medidas cautelares de excarcelación.
En nueva Esperanza unos 15 internos han dado positivos de Covid-19, por lo que fueron trasladados a un pabellón del Centro de Cumplimiento de Menores Basilio Lakas, Otros 200 están bajo observación.
El funcionario dijo que se ha recomendado que aquellos privados de libertad que califiquen para una medida de depósito domiciliario puedan ser beneficiados con ella.
También explicó que en los centros penitenciarios La Joya, La Joyita y la Nueva Joya, Tinajitas y en el interior del país no hay reportes de contagio de Covid-19.