Localizado entre Las Tablas y Pedasí, con una extensión de 279.6 kilómetros cuadrados y con una población que no supera los cuatro mil habitantes, puede decirse que Pocrí es un pueblo pequeño, tranquilo y colorido.
Desde allí se puede ir a la comunidad de La Yeguada para entonces tomar un bote que, en media hora, te transporta hasta la Isla Iguana. Otra forma de llegar a la isla es partir de Pedasí, específicamente de playa El Arenal.
El arrecife coralino de Isla Iguana es uno de los más grandes del golfo de Panamá —unas 16 hectáreas—. Sus cristalinas aguas se prestan para el snorkel y el buceo, actividades que permiten apreciar las diversas formas de vida subacuática.
La observación de distintas especies de aves marinas es popular en la isla, especialmente el anidamiento de las fragatas. Anualmente, en el entorno marino de la isla llegan para aparearse desde las frías aguas de los Polo Norte y Sur las ballenas yubatas y jorobadas.
A media hora pasando Pedasí está la popular playa Venao, otro espléndido escenario donde el deporte del surf encabeza la lista de preferencias por sus enormes olas.
Rumbo a Tonosí, 10 minutos después de pasar Ojo de Agua, está el corregimiento de Cañas. Desde allí se puede tomar un pequeño bote que atraviesa un importante ecosistema de manglares, hábitat de diferentes especies marinas, hasta llegar a Isla Cañas.
Esta isla posee una playa de 13 kilómetros de largo y es sitio importante para la anidación de cuatro de las ocho especies de tortugas marinas del mundo. La mayor concentración de tortugas se puede apreciar durante las “arribadas”; alrededor de 10,000 suben a la playa para desovar. El espectáculo dura tres noches, en octubre o noviembre. En la isla hay un pintoresco pueblo de pescadores, cuyos habitantes, en conjunto con los funcionarios de la Autoridad Nacional del Ambiente, protegen y manejan las miles de tortugas que llegan al año.