Fue un viaje de bellas imágenes y palabras cálidas: en Tanzania, mujeres jóvenes menearon las caderas en un saludo de bienvenida, y sus kangas –tradicionales telas envolventes– estaban decorados con el retrato de George W. Bush.
En todas las estaciones de su viaje por África Occidental y Oriental, solo se escucharon palabras agradables sobre el Presidente estadounidense saliente. No hubo críticas a la política exterior de Washington o al trato que da a los sospechosos de terrorismo, temas que suelen salir frecuentemente.
El presidente de Ruanda, Paul Kagame, encontró incluso paralelos entre Estados Unidos y África: "Al igual que nuestro continente, Estados Unidos comenzó como una colonia, luchó en una guerra por su independencia y se sumió en una guerra civil antes de convertirse en la nación más poderosa del mundo". Kagame dijo que con la asociación e inspiración de Estados Unidos también África emprendería el camino del bienestar. Bush se aprendió unas palabras en swahili para saludar a sus anfitriones con un fuerte "¡Vipi mambo!" ("Hola a todos"). Ayer jueves, Bush abandonó el conflictivo continente.
El viaje de seis días de Bush a cinco países africanos –Benin, Tanzania, Ruanda, Ghana y Liberia como última estación– fue un viaje a amigos, a países estables. El viaje de Bush se centró en el África de los éxitos: la pequeña Ruanda, que 14 años después del genocidio de 800 mil tutsis volvió a ponerse en pie y es actualmente uno de los países africanos con la economía más dinámica; o Tanzania, que con varios proyectos piloto tiene un papel precursor en la lucha contra la malaria y logró reducir drásticamente la mortalidad infantil por esta enfermedad. "Nos afecta ver el sufrimiento", aseguró Bush.
La lucha contra la malaria y el sida fue el hilo conductor en el viaje a África de Bush. "Cada muerte por malaria es inaceptable", dijo una y otra vez al visitar hospitales y una fábrica donde se producen redes contra los mosquitos en Arusha, Tanzania. Las redes contra los mosquitos y miles de millones de ayudas para proyectos de salud en África serán la herencia de la presidencia de Bush en la región.
Aun cuando está por finalizar su mandato, sigue teniendo "regalos" para el continente: en Tanzania se repartirán en los próximos seis meses 5.2 millones de redes contra mosquitos con ayuda de Estados Unidos para evitar que los niños menores de cinco años, que están especialmente en peligro, duerman sin protección.
Las crisis actuales, y en parte grandes del continente tuvieron un papel apenas marginal en el viaje de Bush, aunque pidió a las partes en conflicto en Kenia repartirse el poder y a su secretaria de Estado, Condoleezza Rice, que realizara una visita relámpago a Nairobi para apoyar las negociaciones para la paz del ex secretario general de la ONU Kofi Annan.
Sin embargo, Bush sí encontró palabras claras para el conflicto en la región sudanesa de Darfur. En vista de las 200 mil víctimas, habló de genocidio, subrayó el significado de las tropas de paz de la ONU y la Unión Africana y pidió acciones rápidas y decisivas a causa del sufrimiento de millones de refugiados. El Presidente estadounidense anunció que pondrá a disposición 100 millones de dólares para la misión de paz.
Darfur es el conflicto africano que más es mencionado gracias a la difusión que le dan, entre otros, muchas estrellas de Hollywood. Sin embargo, hay muchos otros conflictos en África –Somalia, Chad, República Centroafricana, Congo– con unos 5.4 millones de muertos. Pero también esta vez, nadie recordó mencionarlos.
