La Policía y la Fiscalía colombianas aseguran que el atentado del pasado sábado en el centro comercial Andino de Bogotá guarda parecidos con ataques anteriores y en eso centran ahora sus investigaciones.
El equipo encargado de buscar a los responsables, afirman estas instituciones en un comunicado conjunto, “ha logrado importantes avances, lo que ha permitido consolidar varias hipótesis, con líneas investigativas plenamente definidas”.
Esas hipótesis, prosiguen, “están sustentadas, entre otras razones, en la similitud que guardan el atentado terrorista del sábado con otros ocurridos en Bogotá y otras ciudades capitales”.
Tres días después de la explosión que acabó con la vida de tres mujeres y dejó ocho heridos, las autoridades mantienen que “los avances a la fecha permiten ser optimistas sobre el resultado final”. Las fuerzas de seguridad han realizado allanamientos “que permiten obtener nuevas pruebas para fortalecer las líneas de trabajo identificadas”, señalan el fiscal general, Néstor Humberto Martínez, y el director de la Policía Nacional, Jorge Hernando Nieto.
El artefacto, que estalló en el baño de mujeres del segundo piso del complejo comercial, contenía nitrato de amonio, aluminio y azufre, elementos de amonal. Esa composición, explican, se empleó “en otras acciones criminales, por lo cual los investigadores y fiscales avanzan en la asociación de casos”.
Los agentes están analizando también las imágenes de las 250 cámaras de seguridad de la zona afectada. Tras esta información, aseguran, “podría reposar información valiosa, no solo de lo ocurrido el día sábado sino en días anteriores”.
No obstante, aclara el comunicado, “en beneficio del buen suceso de la investigación, resulta prematuro entregar a la opinión pública datos específicos sobre las hipótesis investigativas y las evidencias probatorias ya recaudadas”.
El presidente del gobierno, Juan Manuel Santos, comunicó un día después del atentado que los investigadores trabajan con tres hipótesis sobre la autoría, que en estos momentos son de carácter reservado para evitar entorpecer su trabajo. El mandatario ofreció, además, una recompensa de 100 millones de pesos (algo más de 33 mil dólares) a cambio de información sobre el ataque.
Tanto las FARC, que en los próximos días culminarán el proceso de entrega de armas tras más de medio siglo de violencia, como el Ejército de Liberación Nacional (ELN) condenaron el ataque.
Esta última organización guerrillera, que se encuentra en la fase inicial de las conversaciones de paz con el Ejecutivo colombiano, atentó en el centro Bogotá el pasado febrero contra la policía utilizando una bomba con metralla.