Ominosa maraña nuclear



La actitud del gobierno norteamericano por la venta de aviones y lanchas patrulleras de España a Venezuela no guarda proporción con la falta de interés por hechos que implican mucho mayor peligro para la paz internacional y la seguridad de Estados Unidos, como son los manejos entre Corea del Norte y Cuba, por una parte, y Venezuela e Irán, por la otra, concertados hacia una ominosa proliferación misilística y nuclear.

Tomemos el hilo de esta maraña. Parte de la colaboración entre Castro y Yemén en el proceso que depuso al emperador Haile Selassie, de Etiopía, y el apoyo posterior de ambos países al dictador marxista Mengistu Haile Mariam en la guerra del Ogaden contra Somalia.

Desde entonces mantienen estrechas relaciones con al Kadafi. Lo apoyaron en la guerra del Chad y en la subversión del Sahara Occidental, financiada por Libia contra Marruecos. al Kadafi pagó a Cuba costeándole actividades subversivas en América Latina y campos de adiestramiento de jóvenes saharauis y otros terroristas durante los últimos 20 años.

Sin embargo, Yemén, que apoyó a Irak en su invasión de Kuwait y apañó el atentado al USS Cole en noviembre de 2000, se convierte extrañamente en "aliado" de la coalición encabezada por Estados Unidos en la II Guerra del Golfo. Como "aliado", la marina norteamericana dejó pasar el cargamento de explosivos, ácido nítrico y misiles "Scud" que el So Sang, un carguero sin bandera –un "buque pirata", según la Ley del Mar–, le traía de Corea del Norte, después que dos fragatas españolas lo habían interceptado y capturado el 9 de diciembre de 2002 en la zona de exclusión del mar Arábigo.

Nadie pareció percatarse de que poco después regresaba a Corea del Norte con material nuclear procedente del Irán. Era uno de cuatro mercantes que desde 1999 venían transportando frecuentes cargamentos similares entre Corea del Norte y Yemén, Siria y Libia.

El material nuclear iraní procedía a su vez del Paquistán. Un informe del Bulletin of the Atomic Scientists reveló que Abdul Qadeer Khan, "padre" del programa nuclear paquistaní, suministró a finales de los 90 a Corea del Norte equipo de enriquecimiento de uranio y diseños de ojivas nucleares.

Cuatro meses antes del 9/11 Castro viajó al Irán y proclamó con Mohamad Khatami un "frente común" contra Estados Unidos. El 10 de mayo predijo en la Universidad de Teherán que "Irán y Cuba, en mutua colaboración, pondremos a América de rodillas". Y añadió que "los imperialistas pronto se derrumbarán". El Servicio Iraní de Prensa destacó de sus palabras que "Irán y Cuba han llegado a la conclusión de que juntos podrán desmembrar a Estados Unidos".

En agosto de 2002, una pareja norcoreana fue descubierta en Bratislava, Eslovaquia, traficando material nuclear de China, Rusia y Belarús con destino a la Kader Factory for Developed Industries, un consorcio militar de El Cairo. La inteligencia eslovaca encontró en el lujoso apartamento de Kim Kum Jin y Ri Sun Hui, vecinos del alcalde de la ciudad y varios ministros, recibos y contabilidad por operaciones de centenares de millones de dólares. Eran agentes norcoreanos de alta graduación, vinculados al sombrío Buró 39 que maneja desde 1994 el feroz dictador Kim Jong Il.

En 2003 Khatami visitó Yemén e intensificó notablemente la cooperación y el intercambio técnico y científico entre ambos países. Ese cinco de octubre el doctor David Kay, inspector de armamentos en Irak, reveló a la ABC que misiles norcoreanos estaban siendo embarcados a Cuba. Coincide con la visita del general Leopoldo Cintras Frías a Beijing en septiembre y sus negociaciones con el ministro de defensa para "modernizar" la capacidad militar cubana "lo antes posible". China le otorgó entonces más de mil 500 millones de dólares a cambio de concesiones para la explotación estratégica de níquel y cobalto.

Desertores cubanos han revelado que las Fuerzas Armadas Revolucionarias se valen de la venta de "excedentes" de petróleo venezolano regalado por Chávez a Cuba para un programa de rearme de unos mil 200 millones de dólares sólo en 2004, incluyendo misiles y otros armamentos norcoreanos. Asimismo, la prensa cubana reportó en noviembre pasado que el mariscal norcoreano Kim Yong Chun supervisó con Raúl Castro las nuevas instalaciones de la Unión de Industrias Militares, que servirán como plantas de ensamblaje.

Todo culmina en convenios de cooperación entre Irán y Venezuela por más de mil millones de dólares, confirmados durante la visita de Khatami a Caracas en marzo de 2005. El aspecto principal y menos divulgado es el suministro de tecnología nuclear a Chávez para "la producción de energía" en un país petrolero que ya la produce a muy bajo costo.

Chávez y Castro proclaman ahora una "fusión estratégica y real". Se habla de "Venecuba" o de "Cubazuela" como un hecho a punto de consumarse. Mientras los fundamentalistas islámicos se sublevan en Europa, ganan elecciones en Irak, Irán y Egipto, y Paquistán e Irán reciben proyectiles y tecnología misilística de Corea del Norte, a través del Yemén, los Scud soviéticos originales, rediseñados como los "Nodong" de Corea del Norte, son ahora los "Ghauri" del Paquistán con alcance de 1350-1500 km. Y los norcoreanos fabrican armas atómicas, desarrollan desde 2004 el misil "Taepodong2", con alcance de seis mil 700 kilómetros, y ahora prueban el "Taepodong3", que alcanzaría todo el territorio de Estados Unidos. Nadie parece inquietarse, el gran "escándalo" es la venta de España a Venezuela de unas lanchas patrulleras y unos aviones de transporte.

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