Los productores de Hollywood le dieron este fin de semana a la película de guerra 1917 su mayor premio anual, considerado como un buen indicador de las tendencias que seguirán los Óscar el próximo mes.
La cinta, que sigue a dos soldados británicos en una misión durante la Primera Guerra Mundial, ya obtuvo el Globo de Oro al mejor drama y tiene 10 nominaciones a los Óscar.
Al recoger el premio del Sindicato de Productores de Estados Unidos (PGA) en una ceremonia celebrada en Los Ángeles, el director de 1917, Sam Mendes, dijo que hacer esa película había sido “aleccionador, alegre y, de lejos, la mejor experiencia de su vida profesional”.
En su obra Mendes y el director de fotografía Roger Deakins deslizan la cámara desde las trincheras hasta campos de batalla llenos de cráteres en una ciudad francesa devastada, en lo que parece ser casi una toma continua de dos horas.
“Desde el primer día que rodamos, pensé ‘es excitante’. Y nunca miramos atrás. Tuvimos días complicados pero nunca dudé”.
Veitiuno de los últimos 30 ganadores del Óscar a la mejor película ganaron previamente en los PGA, incluida American Beauty de Mendes, en 1999.
Toy Story 4 ganó el premio a la mejor película de animación y Apolo 11 se llevó el de mejor documental.
En cuanto a la televisión, Fleabag, de la británica Phoebe Waller-Bridge, ganó el premio a mejor comedia; Sucesión se llevó el galardón a la mejor serie dramática y Chernobyl, el de mejor miniserie. Leaving Neverland, un documental sobre las denuncias de abuso sexual contra Michael Jackson ganó el premio de mejor obra de no ficción.