Hoy se cumplen 200 años desde que vieron la luz los primeros ejemplares del primer periódico del país, La Miscelánea del Istmo, el 4 de marzo de 1821.
Desde entonces, el periodismo panameño ha evolucionado y contado los distintos acontecimientos que formaron parte de la historia nacional, entre muchos otros, la independencia de Panamá de España en el propio 1821; la Guerra de los Mil Días, entre 1899 y 1902; la separación de Panamá de Colombia en 1903; el advenimiento y el ocaso del régimen militar, entre 1968 y 1989; y la reversión del canal a manos panameñas en 1999.
Las cualidades de un buen periodista
Para el periodista Juan Luis Batista, un buen periodista se caracteriza por investigar el contexto, los protagonistas y los hechos de interés para los ciudadanos. Lee mucho, no sólo por placer, sino para mejorar las herramientas de percepción de la realidad que pretende reportar. Además, es humilde, tolerante, se indigna con las injusticias y defiende la democracia.
Hoy, el periodismo panameño arriba a su bicentenario en un contexto de emergencia sanitaria como consecuencia de la pandemia del nuevo coronavirus, un escenario que, sin duda, ha puesto a prueba a los periodistas desde hace poco más de un año, en tiempos cuando más se les necesita.
La ética es fundamental
A juicio del periodista y filólogo Rafael Candanedo, si bien el surgimiento de las redes sociales significó un gran paso para la humanidad, no se deben descuidar los principios esenciales del periodismo.
“El periodismo es la búsqueda de la verdad. Todo lo demás es accesorio. Y en esa plaza pública que son las redes sociales hay muchísimos enemigos de la verdad, [entre ellos], los corruptos, que no quieren que se sepa cómo las cosas ocurren”, dijo Candanedo.
El también profesor opinó, además, que si bien el periodismo actual se desempeña en momentos de crisis, La Miscelánea del Istmo también los atravesó durante su lanzamiento, cuando todavía Panamá era una colonia española.
“El periodismo también se hace en medio de las crisis y los medios de comunicación han pasado por muchas dificultades en esta época. Pero, en épocas anteriores pasaron por muchas dificultades, por lo que hay que reinventarse y ver de otra manera el trabajo de la comunicación”, indicó.
De acuerdo con Candanedo, los periodistas deben ser capaces de verificar cada información que les llegue de sus fuentes y, sobre todo, no olvidar que el periodismo está en sintonía con la verdad y la ética, dando voz a todos los que componen la escena del debate público.
Entre 1987 y 1990, en los últimos años de la dictadura militar y el resurgimiento de la democracia, Candanedo fue corresponsal del diario español El País. El día de la invasión de Estados Unidos a Panamá, el 20 de diciembre de 1989, le tocó firmar la noticia de ese evento que marcó la historia contemporánea de Panamá.
“En ese entonces, había una demanda internacional de información sobre el país por la crisis política que estábamos atravesando, en la que Estados Unidos comenzó a intervenir militarmente en la ciudad previamente a la invasión”, contó.
Uno de los momentos trágicos que vivió fue cuando le tocó reconocer en la morgue del Hospital Santo Tomás el cadáver de su compañero de trabajo, el fotógrafo español Juantxu Rodríguez, asesinado por un soldado estadounidense, el 22 de diciembre de 1989.
Hoy, 30 años después de la invasión, tanto los medios de comunicación reinventados, como sus profesionales, tienen que hacer valer el ejercicio del periodismo, no sólo desmintiendo las noticias falsas, sino haciendo valer el discurso periodístico ante aquellos que se dedican a difundir información sin ser verificada.
Así piensa el periodista Juan Luis Batista, uno de los editores de cierre del diario La Prensa, quién afirmó que el periodismo debe aferrarse a su esencia: contar la historia real mediante la investigación rigurosa y la presentación original de hechos o fenómenos relevantes para el público.
“El fenómeno de las fake news o noticias falsas es la antítesis del periodismo, aún cuándo simule serlo con relativo éxito. La mejor forma de frenarlas es la educación de calidad accesible para todos”, dijo.
Tras la verdad
Para la presidenta del Consejo Nacional de Periodismo, la periodista y politóloga Sabrina Bacal, el periodismo panameño se ha caracterizado todos estos años por confrontar al poder y esforzarse por mantener a la ciudadanía informada de los temas importantes en democracia, en medio de obstáculos experimentados por medios tradicionales y alternativos.
Según Bacal, el rol del periodismo durante la pandemia ha sido vital para distinguir los mitos de los hallazgos científicos, así como los hechos de la propaganda gubernamental.
Buscar la raíz de los problemas, ir al fondo de las cosas, acercar a los ciudadanos a la solución de los problemas, ser la voz de los sin voz y educar a la ciudadanía para que sepa diferenciar los rumores de las noticias confirmadas son algunos de los retos de los comunicadores de hoy en día.
Bacal, también presentadora del programa de análisis Radar en TVN, añadió que brindar valor agregado y contexto, así como la verificación de las noticias que reciben los ciudadanos cada día en sus celulares, es parte de los retos del periodista del siglo XXI. “Les digo a todos aquellos que quieran incursionar en esta profesión que hay que tener vocación y compromiso. No es un oficio ni para ser popular ni para enriquecerse, ni para ser querido por todos los sectores. Ni es un oficio sencillo, ya que tiene muchos sacrificios, pero hay muchas satisfacciones incuantificables, como revelar una verdad que alguien quería oculta”, expresó.