Una túnica azulada y un corazón rojo fucsia que nacía en el busto hasta agigantarse en la parte frontal del vestido fue el diseño seleccionado por Agatha Ruiz de La Prada, para saludar a cerca de 200 personas que se congregaron la noche del martes en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) en Ancón.
La diseñadora española estrenaba su exhibición de 55 vestidos titulada El arte es el estilo, y dijo que su atuendo representaba el tricolor de Panamá; por si las dudas, se colgó en la muñeca un pequeño bolso rojo encendido, que lució toda la velada entre besos, abrazos y selfies a solicitud de los presentes.
Un traje rodeado con una jaula para aves, otros con corazones en rosa y en amarillo son parte de la colección veraniega que se muestra en la planta baja del edificio del MAC.
En el segundo nivel, correspondiente a la colección invierno, se muestran vestidos en gamuza con aros insertados en la falda u orbitando un vestido, así como otro atuendo revestido en margaritas blancas y faldas hechas con bolas de Navidad o con un paraguas.
La modista, con 33 años de presencia en el mundo de la moda, en su discurso de inauguración dijo sentirse orgullosa de ser la primera diseñadora en el MAC. “Es muy bonito que yo tenga la suerte del siglo; que luego querrá venir a exponer Custo [Barcelona], Carolina Herrera, Oscar de La Renta, Armani y... todos, pero siempre seré la primera que ha expuesto en este museo”.
La creativa madrileña no oculta su fascinación por los museos. “En una semana fácilmente puedo ir a cinco museos, es como una ansia que tengo”, define sobre su comportamiento.
A sus creaciones las cataloga como un antídoto antidepresivo. “Mi moda con sus colores es para hacer a la gente feliz”.
“Panamá es un país que ha prosperado tanto que ahora tiene que invertir en cultura, música y arte”, indicó la diseñadora ganadora de innumerables premios, que ha aterrizado en el país por segunda ocasión (la primera fue para Días de Moda en 2008), y planea conocer el interior del istmo.