Si observa con detenimiento cuando camina por las calles, seguro podrá encontrar en algún arbusto el nuevo habitante de la ciudad de Panamá: el Anolis sagrei o anolis marrón cubano, nombre común de este reptil originario de las islas del Caribe.
Hablamos de una “lagartija trotamundo” que ha sido reportada en América (unos 15 países) y en Asia, anota el biólogo Abel Batista, de la Universidad Autónoma de Chiriquí, científico panameños que documentó la presencia de la nueva especie de reptil en Panamá, mediante una reciente publicación en la revista especializada ZooKeys en colaboración con un grupo de investigadores.
Equipo científico
En una caminata de un día por la ciudad de Panamá, los científicos encontraron al menos 25 especímenes del anolis marrón cubano y estimaron que su alcance “mínimo” en la ciudad era de 28 km2, es decir, en “casi en todos los rincones de la urbe”.
“La ciudad de Panamá está rodeada de áreas naturales protegidas, como el Parque Natural Metropolitano, que está muy cerca de los lugares en Albrook donde han encontrado la especie. La especie ocupa principalmente áreas abiertas, es altamente territorial y puede desplazar ecológicamente a las especies nativas. Está relativamente bien adaptado para encontrar comida y evitar depredadores en hábitats recién colonizados”, describen los especialistas.
¿Es el anolis marrón cubano una amenaza potencial para las especies locales? Sí, responde Batista y explica: “Eventualmente podrían compartir los mismos hábitats con otras especies a lo largo de los bordes de los bosques y, lo que es más importante, posiblemente transmitir enfermedades o parásitos a las especies nativas (...) Hay evidencia de parásitos que esta especie podría transmitir a las nativas; eso podría ser peligroso, ya que las especies nativas no están acostumbradas a estos parásitos y podría ser letal para ellas”.
Esta especie está bien adaptada a las áreas urbanas y hay poblaciones que viven en pequeñas parcelas de arbustos en jardines alrededor de las grandes ciudades. Además, tiene un ciclo reproductivo rápido, las hembras pueden poner un huevo cada 10 días y los juveniles de un mes pueden ser reproductivamente maduros. “Debido a estos ciclos reproductivos rápidos, la colonización de áreas nuevas y urbanas no debería ser difícil para esta especie. Además, puede adaptarse fácilmente a nuevos entornos”, describe Batista.
El origen del anolis marrón cubano en Panamá es desconocido, pero hay dos hipótesis probables: que arribó a través de los cargamentos que llegan al puerto de Balboa o que individuos cautivos hayan sido liberados alrededor de la ciudad.
En Panamá existen unas 275 especies de reptiles y Batista y sus colegas científicos han participado en la descripción de 10 especies de reptiles nuevas para la ciencia.