José Toribio, jubilado de 72 años, reunió varios cartones acumulados en su casa, desde botes de leche hasta cajas de medicina, para acudir a un bosque del noroeste de Ciudad de México y allí intercambiarlos por alimentos.
En el Bosque de Aragón, uno de los pulmones de la zona metropolitana de la capital, se instaló ayer el Mercado del Trueque con el objetivo de intercambiar basura reciclable por alimentos. Organizado por la alcadía y cooperativas de pequeños productores, el Mercado del Trueque se instala de manera itinerante en distintos lugares el segundo domingo de cada mes. Su objetivo es intercambiar basura reciclable por hortalizas cultivadas en el sector sur de la ciudad, quesos, productos de amaranto, plantas y hasta pasta para mole, uno de los platillos insignia de la cocina mexicana.
En cada edición se reúnen 10 toneladas de residuos y se atiende a 4 mil personas. Además de educar en la cultura del reciclaje, el mercado busca promover a los pequeños productores.