Cuando Damien Maguire se mudó al campo en las afueras de Dublín, tuvo problemas para tener luz eléctrica en su casa debido a los constantes cortes de energía de la ciudad. Encontró una solución dentro de sus autos eléctricos: sus baterías.
Maguire, un hombre con gran habilidad para los trabajos manuales que postea en YouTube videos de los vehículos que construye, ideó un sistema de cables que le permite absorber energía de ellos cuando están aparcados en el garaje. Ahora que la casa y los autos están conectados, también puede usar las baterías para almacenar electricidad de los paneles solares que tiene en el jardín, otra fuente de energía que no es totalmente confiable debido al clima de Irlanda.
Un momento de lucidez aun más importante está teniendo lugar entre las empresas de energía y las automotrices, que quieren utilizar las baterías de los autos eléctricos como almacenamiento para la totalidad de la red eléctrica. La idea, conocida como “vehículo-a-red”, es que algún día los millones de conductores se conviertan en minicomercializadores de electricidad, que carguen cuando las tarifas son bajas y devuelvan energía a la red durante las horas pico o cuando el sol no brilla. Si eso funcionara la energía renovable podría llegar a ser mucho más barata y su uso se extendería.
Hoy día menos del 1% de los vehículos del mundo es eléctrico, pero para 2040 más de la mitad del total de autos nuevos funcionará con el mismo fluido que alimenta los televisores, las computadoras y los secadores de cabello.

